IMPORTANCIA DE
TENER UNA VISIÓN
EN EL MINISTERIO. (SEGUNDA PARTE)
Eclesiastés dice: que le es mejor al hombre ser un abortivo, que el
estar en la tierra sin visión. Eclesiastés 6:3.6. En forma amplificada el texto
dice: Te es mejor haber nacido antes del tiempo y sin vida, que estar en el
mundo sin propósito.
En las
observaciones que a
continuación voy a presentar, usted
podrá darse cuenta de lo
importante que es
tener visión en
el Ministerio y
lo nocivo y letal
que puede ser
el no tenerla.
Alguien
dijo, refiriéndose al valor de la visión, que no importa cuánto dinero tenga un
individuo, si carece de visión es el más pobre del mundo ya que su vida no
tiene sentido. Una misión y una visión se pueden desarrollar y alcanzar con
dinero pero no se compra con dinero. Si sólo vives de tu dinero y no tienes
visión, eres la persona más pobre en el
mundo, porque sin visión sólo se consume, la visión te lleva a producir.
El valor de la visión es tan significante que una persona con
visión es más grande que las fuerzas pasivas de noventa y nueve que sólo están
interesadas en hacer o llegar a ser alguien. La mayoría de las personas tienen
interés en su destino, pero no son gentes realizadas por no tener motivos que los impulsen porque no tienen visión.
El don más grande que Dios le pudo dar a un
individuo para visualizar las cosas no es la vista, es la visión. La vista es
la función de los ojos pero la visión es la función del corazón. Se puede tener
vista y no tener visión. La visión es tan determinante para el éxito de un
individuo que sólo ella te mantiene viendo aun cuando tengas los ojos cerrados.
El peor enemigo de la visión que viene de
Dios son tus propios ojos, lo que ves no determina lo que Dios te muestra en
visión.
En
una ocasión se
le preguntó a una mujer invidente llamada Helen
Keller que si
había algo peor en este mundo que
nacer siendo ciego,
a lo cual contestó: “sí,
nacer con vista
y no tener visión”.
Esta mujer
invidente, con todas las dificultades que tenía, logró sacar su
doctorado en la Universidad. Ella no tenía vista pero tenía visión.
La
desgracia más grande
para un individuo
está en no
sentirse realizado en la
vida, y de
la única forma
que un individuo
se sienta realizado
es que haya
alcanzado propósitos y
proyectos, que indica una visión.
>SI NO
HAY VISIÓN DE
MÁS SE ESTÁ
EN EL MINISTERIO.
En
la introducción de
la guía decíamos
que la fuerza
y la intensidad con
que logremos llevar a
cabo un Ministerio
está en proporción
directa con la visión
que se ha
recibido. Una persona con visión es más fuerte y más poderosa que
noventa y nueve que emprenden algo sin visión. Si
no hay visión
no hay verdadero motivo que
nos comprometa a
desarrollar con éxito
el Ministerio. El éxito en
un Ministro está
en alcanzar el
objetivo de dicho
Ministerio, que vendría
siendo la visión.
>DONDE
HAY VISION NO HAY LUGAR PARA LA
ELECCIÓN
Una persona con
visión sabe cuál
es su decisión y que no tiene opción para elegir
entre otra cosa, porque la visión
tiene una característica tan
importante que por ende te va a demarcar un horizonte
muy definido que te llevará a
alcanzar un objetivo. Por esta causa una
persona que haya recibido de Dios la visión, sabe y debe estar claro que su
única opción es la visión.
>DONDE NO HAY VISION NO HAY ABSTINENCIA
La abstinencia relativa a la visión, es el
poder que se tiene de privarse de todo aquello
que nos desvía y nos saca del
curso para lo cual fuimos escogidos. Cuando no tienes visión lo que te ofrecen
lo haces, por esta causa, cuando el visionario cuida la visión, la visión lo
cuida a él.
La visión de Dios en un hombre es tan
determinante, que la visión que viene del creador de la vida preserva la vida
de los hombres. Hasta que Dios no termine lo que se propuso hacer en el hombre
que le dio la visión por ningún motivo puede morir. Esto es notorio en la vida
de Simeón, lo que le preservó la vida a este hombre fue la palabra que recibió
de Dios cuando le dijo que hasta que sus ojos no vieran al Mesías no vería la
muerte. Una vez que esto se cumplió Simeón murió (Lucas 2:25.32). Esto indica
que hasta que Dios no termine de hacer con nosotros lo que se propuso hacer no
veremos la muerte. Pero debemos entender, que esto se da en aquellos que
permanecen en la visión cumpliendo los principios y demandas del Reino en
relación a la visión que se recibió de Dios, si abandonas la visión en
cualquier momento puedes morir. El ejemplo más claro lo tenemos en la vida de
Moisés y Aron, que por quebrantar los principios y las demandas de Dios fueron
desplazados y vieron la muerte.
“Aquel mismo
día Jehová habló a Moisés y le dijo: «Sube a estos montes de Abarim, al monte Nebo, situado en la tierra
de Moab que está frente a Jericó, y mira la tierra de Canaán, que yo doy por
heredad a los hijos de Israel. Muere
allí en el monte al cual subes, y te reunirás a tu pueblo, así como murió Aarón,
tu hermano, en el monte Hor, y se reunió a su pueblo. Por cuanto pecasteis
contra mí en medio de los hijos de Israel, en las aguas de Meriba, en Cades, en
el desierto de Zin; porque no me santificasteis en medio de los hijos de
Israel. 52 Verás, por tanto,
delante de ti la tierra, pero no entrarás allá, en la tierra que doy a los
hijos de Israel.” Deuteronomio 32:48.52.
> DONDE
NO HAY VISIÓN
NO HAY CAMINO
DEFINIDO.
En
Juan 14:5 encontramos
un ejemplo claro
de lo que
acabamos de hacer
referencia. Jesús le
dice a sus
Discípulos en una forma
afirmativa, “sabéis a
donde voy, sabéis
el camino”,
Tomás expresó en una
forma interrogante y
razonable: “Señor no
sabemos a dónde
vas; ¿Cómo pues
podemos saber el camino?”. Es decir:
“Señor muéstranos a dónde vas
y conoceremos el
camino”. Jesús
inmediatamente en la
respuesta que les
da a sus
discípulos, les mostró
al Padre como
la meta y se
mostró a Él como el
camino.
Observando con precisión el pasaje
podemos entender una
gran verdad, que
sin una meta
no hay camino
definido, Tomás le dijo
a Jesús “…muéstranos a dónde
vas y conoceremos
el camino”.
Esto indica que
un individuo que
tenga la intención
de salir pero
sin tener una
meta, un destino, o un punto de llegada nunca tendrá un camino definido;
cualquier camino le
sirve. Alguien dijo que lo
importante no es tener un punto de
salida sino tener un punto de llegada.
Un Ministro
debe estar seguro
hacia dónde se
dirige, cuál es
su rumbo, y
estando claro en
esto tener una dirección
precisa para así poder
dirigir a otros.
Jesús en Juan
8:14 dijo: “Yo sé
de dónde vengo
y sé a
dónde voy”,
esta debe ser
la percepción de
un Ministro, por
lo menos saber
a dónde va o hacia
dónde se dirige. De no ser así, sería un nómada,
ambulante, un ente sin destino.
>DONDE NO HAY VISIÓN
LAS COSAS SE
HACEN AL AZAR,
A TIENTAS, A LA
AVENTURA, SIN OBJETIVIDAD.
Estar en
el Ministerio sin
visión es como
tirar golpes al
aire, Dios no
quiere personas que
estén en el
Ministerio trabajando a
la aventura, Él
quiere personas con objetividad, con precisión, claros
y seguros de lo que
están haciendo y a lo que fueron
llamados.
Pablo en filipenses.3:14 dijo: “Prosigo a la meta, al premio del supremo
llamamiento”
Proseguir: Este
término del griego
indica: seguir con
intensidad en una
forma presurosa sin desviar el
rumbo. El proseguir tiene que ver con el avanzar en las directrices que el
Espíritu Santo nos da para alcanzar un objetivo.
La
meta: Es el propósito relativo a la visión.
El premio: Es el
galardón,
El supremo llamamiento: Viene siendo el Ministerio.
Pablo estaba claro del
premio que iba
a recibir, del llamado que
había recibido, de la meta
(visión) que debía
alcanzar y de la misión que debía desarrollar. Todo
Ministro debe estar
claro en estos
cuatro factores que
son determinantes en
la carrera Ministerial,
de no ser así, estás
como un barco
sin timón, sin
rumbo fijo, a la
deriva, vives en
total perplejidad y
así no se
dirige un pueblo.
>UN
MINISTRO SIN VISIÓN
ES UN MINISTRO
SIN FUTURO, SIN
PORVENIR, VULGARMENTE ES
UN VAGO.
Dios no
llama a vagos al Ministerio ni
llama a la vagancia, Dios
es un Dios
de propósitos, Él trabaja con objetividad.
En
una ocasión Jesús
dijo: “Hasta ahora
yo trabajo y mi padre
trabaja” (Juan 5:17).
Tenemos como experiencia
y testimonio Bíblico
que siempre que
Dios llamó a
alguien al Ministerio estaba en sus
ocupaciones, es decir
estaba trabajando y lo llamó para trabajar.
Cuando
Dios llamó a
Moisés, Elías, Eliseo, David,
Samuel, Aarón, Abraham, Josué, Pedro, Andrés, Mateo, Pablo, entre otros;
todos ellos estaban
trabajando, porque Dios
no llama ni a
vagos al Ministerio, ni
a estar en la
vagancia en el Ministerio.
Yo
soy de los
que creo que una
persona que haya
sido un vago,
negligente, e irresponsable
en lo secular,
así será en
lo espiritual, por causa de tener
un carácter formado en la vagancia.
Como Maestro lo afirmo categóricamente sin
vacilar, que así de vago como es el
Ministro así será
la Iglesia o
quien lo sigue.
Una
Iglesia que esté
siendo dirigida por
un hombre que
no tenga visión,
entra en el
terreno de la
vagancia, de la rutina, del cansancio espiritual, del
aburrimiento, del descuido, el abandono; hasta llegar a la destrucción. Este
nunca ha sido el propósito de Dios. Él
constituyó Ministros capacitándolos de poder, autoridad y señorío, entregándoles una visión que encierra sus
propósitos para ser impartida a un pueblo, es decir su Iglesia, y poder así
alcanzar uno de sus objetivos
primordiales que es rescatar los valores principales del reino que es la raza
humana.
Un hombre si visión entra en el campo del
hastío, lo cual es producto de la falta de visión y misión, hasta el punto, que
puedes estar móvil dentro de la Iglesia haciendo la obra de Dios y sentirte
cansado de lo mismo.
El
hastío no se da por la falta de actividad, sino por falta de visión y misión,
una vida sin la visión y la misión de Dios, se vuelve: tediosa, aburrida,
fastidiosa, latosa, repetitiva, monótona, sin interés, rutinaria, común. ///Siempre lo mismo///. Reitero, por el hastío el pueblo entra en el terreno de la
vagancia, el descuido, el abandono, y el cansancio espiritual; llevándolo
fácilmente a un mundo de delincuencia.
>DONDE NO
HAY VISIÓN, NO
HAY DIRECCIÓN SABIA.
Proverbios 11:14
dice: “Donde no
hay dirección sabia,
el pueblo perece, cae, se destruye”.
En lo personal creo y con toda seguridad lo
afirmo, cuando no se tiene visión sólo se vive del pasado junto con las
desilusiones y fracasos del presente. Por lo tanto la visión es la clave para
tener éxito en el futuro. Proverbios
29:18 dice: “Sin profecía, el pueblo se desenfrena”
El término que
se utilizó del
hebreo para hacer referencia a la profecía es “ Chazon” que también
se utiliza para referirse
a la visión.
Debemos tomar en cuenta
que Dios nunca
ha colocado la
visión sobre el
pueblo, Él la coloca
sobre el líder
que consagró al Ministerio. Por esta causa es tan
nocivo que en un
pueblo no haya
líder donde colocar
la visión, como
el que haya líder
sin visión.
Cuando Dios llama
a Moisés, puso la
visión en él para dirigir al pueblo,
cuando Moisés muere la
visión fue colocada
en Josué (Josué 1:1-9)
pero cuando Josué
muere no hubo líder en
quien Dios colocara
la visión, esto
trajo como resultado que
todo el pueblo
se desenfrenó y se
rebelaron en contra
de Dios e
hicieron sus propósitos
¿por qué? Porque
no había visión,
Dios tuvo que
levantar Jueces para
colocar en ellos
la visión y poder
dirigir a su
pueblo bajo sus propósitos, con todo y eso
los israelitas no
querían someterse a
los jueces y le
costó a Dios
en gran manera para
que el pueblo
pudiese entrar en
la visión, porque
donde no hay
visión un pueblo
se desenfrena.
Tenemos el ejemplo
claro de la
Iglesia de los
Corintios, que por falta de
visión reinó la
anarquía, la división,
la confusión y
el desorden tanto moral
como espiritual.
Según Hechos
18:7.11 Pablo estuvo
con los Corintios 18
meses mientras fundaba
la Iglesia, yéndose y dejando a
Apolo encargado (Hechos 19:1). Luego
Apolo se negó
a quedarse (1ª Corintios 16:12) por lo cual Pedro estuvo
pastoreando por un tiempo.(1ª Corintios 1:12 ) pero ninguno
de los líderes
que estuvieron en
Corintios lo hicieron en una
forma definida y
concreta sino en
forma parcial y
ocasional.
La
Iglesia era dirigida
por cartas que el Apóstol
Pablo escribía, debido
a las informaciones que la Iglesia de Corintio en sus cartas enviaba
a Pablo, por información que el Apóstol
recibía de Estéfanas,
Fortunato, Acaico y
los de Cleo. 1ª
Corintios 1:11; 7:11; 16:7.
De esta
forma se dirigió
la Iglesia de
los Corintios, nunca
tuvo un líder al frente y por ende nunca
tuvieron una visión clara
y precisa de parte
de Dios. Estos son ejemplos que nos indican que
donde no hay
visión no hay
dirección sabia y
donde no hay
dirección sabia el
pueblo se desenfrena.
La
visión es tan importante que ella determina la vida y el destino de los hombres. El visionario debe entender
que la visión es la misma vida ya que es el sentido de ella, perder la visión
es como perder la vida.
La visión es la fuente de la disciplina y la madre del liderazgo. El
hombre con una visión clara vive una vida bien enfocada que lo mantiene en
dominio propio, hasta el punto que lo lleva a ser selecto y exigente en las elecciones no dejándose
llevar por las emociones, ni las ofertas,
ni las apariencias de la vida.
Cuando
el visionario cuida la visión la visión lo cuida a él. Por causa de la visión
el visionario sabio y prudente escoge: su futuro, la inversión de su tiempo, de su dinero, sus amistades, con quién se relaciona, con
quién se asocia, lo que ve, lo que oye, su lectura.
El
visionario debe entender que la visión es la misma vida ya que es el sentido de
ella, perder la visión es como perder la vida.
La vida
y la circunstancia por influencia diabólica se va a encargar de presentar
paralelamente a la visión: fama, fortuna, pasiones desenfrenadas, entre ellas
una vida de promiscuidad; con el fin de desviar la mirada del propósito de
Dios. Por esta causa debemos ser selectos en nuestras decisiones, y ser
cuidadosos y prudentes con los pasos que demos. Un paso y una decisión mal
tomada pueden llevarse el propósito de Dios en nuestras vidas. Nunca olvides
este eslogan que encierra un gran principio: “Cuando el visionario cuida la
visión, la visión lo cuida a él”
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