VISIÓN MINISTERIAL
N° 1 MAESTRO.
JOSE N. BRICEÑO A.
“No que
lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si
logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos,
yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando
ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo
a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús” Filipenses 3:12.14.
Introducción
Cuando Dios llama a una persona al Ministerio,
después de capacitarlo lo envía
a dicho Ministerio dándole una
visión, produciendo cambios en él
por causa de la
visión. La visión de Dios cambia la vida de los hombres.
La
visión en un
líder es parte del propósito de
Dios el cual es depositado en la vida de quien Él llama, para
llevar a cabo sus
planes, sus metas, sus proyectos.
Es el sueño inspirado por Dios
que arde en su
corazón del cual nunca se podrá despojar.
Alguien
dijo que la fuerza,
el poder y la
intensidad con que
logremos desarrollar el Ministerio
está en proporción
directa con la
visión que se
ha recibido, si
no hay Visión
no hay un verdadero
motivo que nos
impulse y nos
comprometa a avanzar en
el Ministerio, el
objetivo principal y
absoluto del Ministerio
es la visión
que ha recibido,
si no hay visión,
demás se está
en el Ministerio.
Por
esa causa es
importante que un
líder reciba, entienda
y mantenga la
visión que Dios
ha puesto en
él por causa
del Ministerio, acuérdate
que lo importante
no es tan
sólo tener una
visión sino poderla alcanzar, de esto depende el éxito en tu
Ministerio, en que hallas
alcanzado el objetivo
del Ministerio que
viene siendo la
visión que incluye el propósito de Dios.
En
el desarrollo de
este seminario que
se titula Visión
Ministerial, estaremos presentando
ciertas verdades que
tienen que ver
con la visión,
verdades que te
van a formar y a confrontar y que
por ende te van
a dar una e
identidad que te conformarán
en la visión que
Dios te ha
dado.
LA PROVISIÓN EN LA
VISIÒN MINISTERIAL.
Cuando
Dios llama a
un individuo al
Ministerio, Dios lo dota de ciertos recursos que es lo que se
conoce como la Provisión Ministerial.
Cuando
nos referimos a la Provisión
Ministerial, hacemos referencia a
los suministros que vienen de parte de Dios por causa de la
visión que recibimos en el llamado que se nos hizo, dentro de dicha provisión
tenemos:
a)
Unción Ministerial: (que no
tiene nada que
ver con la
unción normal y
colectiva que tiene
la Iglesia).
b)
Autoridad Ministerial.
c) Gracia
Ministerial.
d) Proyección
Ministerial.
e) Estado
Financiero de Dios
en el Ministerio.
La Visión es
de suma importancia en un hombre que ha sido llamado y enviado al Ministerio,
ya que de ella dependen los suministros que éste recibe como provisión de Dios.
El término provisión es compuesto que indica: El proveer de Dios por causa de
una Visión. Indica que todos los suministros que vienen de parte de
Dios se darán por causa de la Visión que has recibido, si no hay Visión no hay
provisión, y al no haber provisión no hay respaldo, y al no haber respaldo es
un camino fácil al fracaso.
Los suministros tales como: Unción,
autoridad, gracia, proyección y
finanzas; son de suma importancia para desarrollar una misión y alcanzar
la visión, pero si no hay visión todo esto pierde sus propiedades.
Un Ministerio sin visión carece de significado, por esta
causa es inconcebible e inadmisible que un Ministro tenga un Ministerio y no tenga visión. Cuando un Ministro en sus
expresiones afirma no saber qué
hacer en el Ministerio, se
debe a dos
factores: El
hombre no tiene
visión o descuidó la
visión. El Doctor Myles Munroe
dice que el principio central de la vida es el propósito en el existir de los
hombres, igual decir la visión. Y añade que la visión o el propósito guían y
produce el desarrollo de los hombres.
Alguien dijo: “Los dos días más importante
para un hombre, es el día que nació, y el día que descubrió el por qué y para
que nació. Es doloroso
decirlo, pero un gran
porcentaje de nuestras
Iglesias están siendo
dirigidas por hombres
que no tienen visión y si
la tuvieron la
perdieron o la abandonaron. Esto trae como resultado que el Ministerio caiga en el
terreno de la
manipulación, intimidación, el control, la autocracia, el capricho humano; entrando en la anarquía rebelándose en contra del propósitos
de Dios y de
esta forma no
se dirige a un pueblo.
Debemos conocer que el Gobierno de la
Iglesia es netamente teocrático, es Dios dirigiendo a la Iglesia a través de
hombres llenos del Espíritu
Santo, en el sueño, la inspiración, y visión que Dios ha colocado en dicho Ministerio.
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