JERARQUÍA DE LOS DEMONIOS

REFLEXIONES. DR. MAESTRO: JOSÉ N. BRICEÑO A.

LA SANTIDAD Y LA FE, DOS GRANDES CARRILES POR DONDE DEBEMOS CONDUCIR NUESTRA VIDA, PARA PODER ESTAR EN EL AGRADO DE DIOS Y VER SU PRESENCIA MANIFESTADA EN NOSOTROS.

La vida de un hijo de Dios, y su comunión con El, es como un tren que se desplaza por dos carriles, si uno de esto le fata, su movilidad es imposible realizarse, o si en el momento del desplazamiento uno de los dos carriles falta, el tren se descarrila, y las perdidas serán catastróficas.

La santidad y la fe, son como estos dos carriles, que son principios inalterables, que al no moverse sobre ellos, nunca Dios logrará llevar ni realizar su propósito y, por consiguiente, la vida del ser será un fracaso, y sufrirá daños irremediables. Nunca olvidemos, que sin santidad nadie vera al señor, y sin fe es imposible agradar a Dios.

En relación a la santidad como uno de estos carriles, tengamos presentes, que no se puede vivir una vida a medias, o eres frio o eres caliente, tibio le causas nauseas a Dios, él te vomitara de tu boca. no hay concordancia entre Cristo y belial, la luz y las tinieblas, el creyente con el incrédulo; no podéis beber la copa del señor y la copa de los demonios, somos un pueblo santo llamados a ser santos, no nos engañemos Dios no puede ser burlado, lo que siembras vas a cosechar, siembras café cosechas cafés, siembras cacao cosechas cacao, andas mal todo lo que hagas te saldrá mal, nunca tendrás la aprobación del Santo de Israel.

Tenemos que tener sentido de conveniencia, saber que aunque todo nos es licito, entender que no todo nos conviene, que debemos optar por lo que agrada a Dios, por lo que aporta para el reino de la luz, por lo que está a nuestro favor, y al bienestar de los que nos rodean.

Debemos tener sentido de traslado, entender que fuimos trasladados de las tinieblas a la luz, que nada hacemos con volver a las tinieblas. Entender que somos embajadores de Cristo en el mundo, no espías del diablo dentro de la iglesia. Es tiempo de que tomemos seriedad, abandonar la etapa de la niñez, ser adultos, aferrarnos y abandonarnos a las verdades del Reino Eterno. Hay áreas en nuestras vidas, que activan nuestras concupiscencias negativas que nosotros sabemos que debemos abandonar, Dios no nos la va a quitar, somos nosotros los llamados a producir el suicidio en el alma. Pablo dijo: “Haced morir lo terrenal en vosotros” esto fue un hecho en Pablo, el produjo la muerte de su alma y entrego su voluntad a Cristo para que hiciera su vida en él, él dijo: “Con Cristo fui juntamente crucificado, y ya no vivo yo, Cristo hace su vida en mi” no es un poco de mí y un poco de Dios, es nada de mí y todo de Él.

Una cosa es pecar en forma ocasional o fortuita, y la otra es pecar con premeditación y alevosía, tener la cobardía de hacer planes para cometer el pecado, o en su defecto, estar sumergido en una práctica de pecado en forma viciada o acostumbrada sin tener ningún tipo de incomodidad, o un redargüir por el Espíritu de Dios.

De este tipo de hijo de Dios tenemos en nuestras iglesias, hijo que con facilidad se mueven en la inmoralidad sexual, en todo tipo de fornicación, cometiendo acto de detracción, profanación y sacrilegios en contra del templo del Espíritu Santo que es nuestro cuerpo. Prestamos con facilidad y ligereza nuestro cuerpo para la inmundicia, en vez de usarlo como instrumentos de justicia, mi pregunta es: ¿Dónde está Dios en la vida de esta gente?

 Por otro lado, tenemos el tipo de congregados, que se mueven sin temor alguno, en resentimientos, las llamadas raíces de amargura, entre ellas: Envidia, celo, rencor, falta de perdón; otros se mueven en el pecado lenguistico tales como: Chisme, brollo, censura, difamación, calumnias, mentiras; todo esto es aborrecido por Dios, el estar en estas prácticas mencionada en forma deliberante, es como tener el carril de la santidad desformado que causaran que el tren de nuestra vida en nuestra relación con Dios, se descarrile y lo perdamos todo en la vida, incluyendo el propósito de Dios en nosotros.

En relación a la fe como uno de estos carriles, el vivir sumergidos en los temores que es el antónimo de la fe, nos llevaran a sumergirnos en el poso de las dudas, y nos conducirá a vivir: Angustiado, desesperado, turbados, preocupados, ansiosos, tensos, en desasociego; haciéndonos desprovistos de los recursos del gran yo soy, recursos que se dieron en la cruz y se consumaron en la resurrección de nuestro gran redentor el Cristo resucitado, recursos que solo serán nuestro en forma posesional solo por la fe. Por esta causa, nunca debemos dar lugar al temor en nuestras vidas, porque sería como tener el carril de la fe deformado y el tren de la vida en nuestra relación con Dios se descarrile y lo perdamos todo, aun el propósito de Dios.

Por otra parte, los carriles a la par tienen peldaños que son parte y componentes de la estructura de dichos carriles, que sin lugar a duda, son de suma importancia en la vialidad para mantener los carriles estables. Dichos peldaños, es todo aquello que tienen relación directe con la fe y la santidad. que se puede ver como principios que forman parte de nuestra vida de fe y de santidad. entiéndase como peldaño: el quebrantamiento, la humildad, la sumisión, la sujeción, la obediencia, la abstinencia, la responsabilidad, el compromiso, la seriedad, la entrega, la autoridad, el carácter del Espíritu; siendo el de mayor importancia el amor.

nunca olvide esta verdad, los peldaños, son los que le dan soporte, sustento, y sirven de puntal a los carriles, si uno de esta falta, tenga toda la seguridad que los carriles se desviaran o despistaran y el tren se descarrilara, y habrá grandes pérdidas, hasta perdidas de vida.

Soy de los que creo con mucha seguridad y afirmo, que la inspiración del Espíritu Santo en relación a las Escrituras Sagradas, estuvo su fin y su cumplimiento. Pero no me cierro a creer y a descartar, que el El Espíritu Eterno, sigue inspirando a hombre a plasmar escritos de acuerdo a su pensamiento. Creo que este escrito sin lugar a dudas, es una inspiración que vino por el Espíritu a mi vida. Medita en el, y tendrás grandes resultados en tu vivir con Dios. ///BENDICIONES ///