MINISTERIO INTERNACIONAL DE LA ENSEÑANZA Y LA EVANGELIZACIÓN.
“JESÚS SOBERANO SEÑOR”
PROGRAMA: PALABRA DE
ILUMINACIÓN.
DR. MAESTRO: JOSÉ N.
BRICEÑO A.
TEMA: NEUMATOLOGIA.
SEGMENTO # 6
ASUNTO A TRATAR:
LA UNIDAD EN EL CONJUNTO DE LA DEIDAD.
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Hay muchas formas desde el punto de vista teológico para demostrar que el conjunto de la deidad como persona es totalmente diferente, aunque en esencia y en naturaleza sean los mismos. Pasemos a detallar lo antes dicho.
El termino trinidad aunque no
aparezca en las Escrituras Sagradas es un término teológico. La trinidad como
doctrina excluye y execra del ámbito de la teología la doctrina del triteismo,
y el triunismo.
Triteismo: Es la doctrina que presenta un politeísmo en
potencia, en la creencia de tres dioses que tienen el mismo poder, las mismas
propiedades, las mismas virtudes, gozan de un absolutismo; pero en propósitos
no tienen nada en común, son totalmente independiente, y autosuficiente, con
diferentes gobiernos.
Triunidad: Es la doctrina que nos muestra un dios
manifestado en tres personas, similar a los tres estados del agua: liquida que
representa el agua, solidad que representa el hielo, y gaseosa que representa
el vapor. El triunidad sostiene, que Jehová Dios dejo de ser el Gran Yo Soy
para pasar hacer Dios hijo, y a su vez el teantropus el Dios hombre dejo ser
para pasar a ser Dios Espíritu Santo. Es decir, la Triunidad reza, que
Dios padre dejo el rol de padre y se convirtió en hijo, y el Dios hijo dejo el
rol de hijo y se convirtió en el Espíritu Santo.
La doctrina de la trinidad
como se presenta en las Escritura Sagradas desde el punto de vista tácito o
sobre entendido, derrumba por completo la doctrina del triteismo y el de
la triunidad.
La Trinidad: Es aquella doctrina que nos muestra la
manifestación de tres Dios sin negar el monoteísmo descartando el politeísmo,
entendiendo que son tres como Dios sin competencia alguna. En ellos hay una
unidad en la diversidad, son uno en naturaleza e intenciones; pero diversos en
las acciones.
Jehová Dios, el verbo y el
Espíritu Santo nunca fueron ni serán tres seres separados, pero si son tres
como persona. Como Dios no son auto existente, aunque poseen las mismas
propiedades, ellos subsisten unidos como Dios.
Desde el punto de vista
gramatical se puede demostrar que la deidad se compone de tres personas.
Pasemos hacer análisis de algunos pasajes para afirmar lo antes dicho.
En Juan 10:30 Jesús dijo “Yo y el Padre somos uno”. El término “Uno” que Jesús utilizó, viene del griego “Hen”, que es el neutro de “Heis”,
cuyo verbo es “Henotes”.
Estos términos tienen las
mismas características del vocablo “koinonia”,
cuyo equivalente en nuestro idioma es “Comunión”. La comunión indica tener las cosas en común,
mutuo acuerdo, compañerismo, tener una sociedad, una intimidad y una
distribución.
Esto indica que cuando Jesús
dijo “Mi Padre y yo somos uno”, no se refiere a la unidad en forma compacta,
triunitariamente hablando, se refiere a la unidad en esencia, naturaleza e
intenciones.
Siempre se nos ha presentado la
unidad en el conjunto de la deidad, como una triunidad, no obstante, la Biblia
presenta la unidad de la deidad como una trinidad, es decir, como tres personas
diferentes con una misma naturaleza y un mismo sentir.
Por otra parte, Jesús utilizó en
Juan 14:16 el termino otro para hacer referencia al Espíritu Santo, cuyo
término es lo que se conoce gramaticalmente como un pronombre pronominal
indefinido, que es lo que hace una distinción genérica y numérica. Se debe
tomar en cuenta para mayor comprensión del pasaje en relación la unidad, que en
el griego hay dos pronombres pronominales indefinidos, que son: “Heteros y Alos”. Pasemos a dar la definición de cada uno de
ellos.
Heteros: Es el pronombre pronominal indefinido que te hace
una distinción tanto numérica como genérica, indicando en cuanto a individuo se
refiere, que son dos personas totalmente diferentes con características
diferentes.
Alos: Como pronombre pronominal indefinido, es aquel que te
hace una distinción numérica pero no genérica, indicando que como personas son
totalmente diferentes, pero con características similares.
El término que Jesús usó al
referirse al Espíritu Santo como “Otro Consolador”, fue “Alos”, haciendo una distinción
numérica pero no genérica. Lo que Jesús quiso decir fue: “Yo rogaré al Padre y os dará
otro consolador que no soy yo, pero que tenemos las cosas en común.”
El término “Alos” indica: Alguien que está junto a uno y es otro de la misma
clase. Esta palabra alude a similitudes,
pero también pone de manifiesto diversidad de funcione. El uso que Jesús hace
del término “Alos” para hacer
referencia a otro consolador, equivale a “uno junto a mí, además de mí y en
adición a mí, aunque exactamente igual a mí, que en mi ausencia hará lo que yo
haría, porque tiene el mismo sentir”.
A demás de esto, en el pasaje
que mencionamos, aparece la acción de dos personas en relación a una tercera
persona, Jesús dijo que él le rogaria al Padre para que enviara otro
consolador. Tome en cuenta, que el que ruega y hace la petición es Jesús, a
quien se le hace la petición es al padre, y a su vez es quien envía al Espíritu
Santo. En el pasaje encontramos por si solo la presencia de tres personas, Dios
padre, Dios hijo, y Dios Espíritu Santo. Analicemos el pasaje.
“Si me amáis, guardad mis mandamientos. y
yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para
siempre: el Espíritu de verdad, al
cual el mundo no puede recibir, porque no le ve, ni le conoce” Juan. 14:15.17.
Debemos aclarar que hay
términos que Jesús y Pablo mencionaron por causa del politeísmo y el sectarismo
que había en los pueblos, pero que dichos términos no niegan la doctrina de la
trinidad. Dichos términos son:
“El
Señor uno es” Marcos 12:29.
“El único Dios verdadero” Juan
17:3.
“Porque
Dios es uno” Romanos 3:30.
“Sólo hay un Dios” 1ª
Corintios 8:6.
Reitero,
estos términos bajo ninguna circunstancia fueron usados para negar la trinidad
en el conjunto de la deidad, se expresaron por el politeísmo.
Por
otra parte, desde el punto de vista textual en las Escrituras, aparecen pasajes
que hacen referencia a la diversidad en el conjunto de la deidad mostrando la
trinidad en ellos.
En
la Deidad podemos notar una diversidad en las acciones y operaciones, pero una
unidad en las intenciones, porque la diversidad en la Deidad es cooperativa, no
competitiva.
A
continuación, voy a dar algunos ejemplos con algunos pasajes que muestran la
trinidad en el conjunto de la deidad.
En
Mateo 3:16.17 vemos la manifestación del conjunto de la deidad en diferentes
formas, y esto es corroborado por Hechos 10:38, donde describe que el que unge
es el Padre, el ungido es Cristo y la unción es el Espíritu Santo; aquí vemos
la manifestación de tres personas con diferentes funciones, pero con un mismo
objetivo y sentir.
“Y Jesús, después que fue bautizado, subió
luego del agua; y he aquí los cielos le fueron abiertos, y vio al Espíritu de
Dios que descendía como paloma, y venía sobre él. Y hubo una voz de
los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia” Mateo
3:16.17.
“…cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y
con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a
todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con Él” Hechos 10:38.
En Hechos
7:55, se denota la manifestación del conjunto de la deidad en diferentes
funciones, pero con un solo objetivo. Dice que Esteban, puestos los ojos al
cielo, vio a Jesús de pie que estaba a la diestra del Padre. Observe que el Padre está en su trono, el Hijo a la
diestra, y el Espíritu Santo está morando en Esteban, ya que el texto dice: “y
Esteban lleno del Espíritu Santo”.
>En 1ª Corintios 12:4-7, dice que el Padre trabaja con las operaciones, el
Hijo con los Ministerios y el Espíritu Santo con los dones.
>Según Mateo 12:32, la blasfemia contra el Hijo es perdonada,
pero contra el Espíritu Santo no es perdonada; mi pregunta es: Si son los
mismos, ¿por qué uno te perdona y el otro no?
>Según Juan 16:14, el Espíritu Santo tomará lo de Jesús y se la
hará saber a la Iglesia; mi pregunta es: si son los mismos, ¿por qué uno tiene
que tomar de otro para enseñárselo a otro?
>Según 1ª Corintios 2:10, el Espíritu Santo es el encargado de
escudriñar lo profundo de Dios para revelarlo a la Iglesia.
En este caso, mi pregunta es: Si
son los mismos, ¿por qué el Espíritu tiene que escudriñar la mente del Padre
como caso aislado?
Si observamos bien, en 1ª
Corintios 2:11 nos daremos cuenta que el Espíritu de Dios conoce las cosas de
Dios, y aún lo profundo, porque es Dios y está con Dios.
En el caso del hombre, el
espíritu del hombre conoce las cosas del hombre porque está en él; es decir, el
espíritu del hombre escudriña las cosas del hombre desde el interior porque
está en él, mientras que el Espíritu Santo escudriña lo profundo de Dios, sin
estar en Él, porque es Dios.
Si el texto afirmara que el
Espíritu de Dios escudriña las cosas de Dios porque está en Él, entonces
tendríamos un dualismo y no habría posibilidad para la trinidad, pero el texto
afirma, tácitamente, que el Espíritu Santo es Dios y está con Dios, no en Dios
padre, y esto demuestra la presencia de dos personas.
>En Mateo 4:1 y Lucas 4:1, dice que Jesús fue llevado por el Espíritu Santo
al desierto para ser tentado. El término “Llevar” del griego es “Anago”, que indica conducir a alguien
a un propósito definido y que en algunos casos es desconocido. Si entre Jesús y
el Espíritu Santo existe una dualidad, formando una triunidad con Dios Padre,
¿cómo es que Jesús es conducido a un propósito definido por la persona del
Espíritu Santo, siendo Él mismo el Espíritu Santo?
Debemos tomar en cuenta que el
mismo verbo que se utilizó para hacer referencia al Espíritu Santo como el que
llevó a Jesús al desierto, fue utilizado para referirse al diablo cuando llevó
a Jesús al pináculo del templo para tentarlo.
En ambos casos, quienes hicieron el traslado fueron personas distintas a
Jesús; uno lo llevó para ser tentado (Mateo 4:1), y el otro lo llevó para
tentarlo. Mateo 4:5.
>En el bautismo
aparecen asociados como tres personas diferentes, pero tienen algo en común.
Mateo 28:19: “... bautizándolos en el nombre
del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo”.
En este pasaje, se puede demostrar desde el punto de vista gramatical la
trinidad en el conjunto de la deidad. En
el desarrollo del pensamiento escrito, aparece lo que se conoce, en el sentido
gramatical, como una contracción de la preposición “De” y del artículo “El”, originando el término “Del”, el cual indica o muestra tres
personas involucradas en la acción.
Si se tratase de una triunidad,
el pasaje lo describiera sin usar el articulo determinado “el” y sonaría de
esta forma: “Bautizándolos en el nombre del Padre, Hijo y Espíritu Santo”
>En la regeneración
del hombre, vemos la manifestación del conjunto de la deidad en diferentes
acciones, mostrando la diversidad en las operaciones, pero uno en las
intenciones. Esto está registrado en el evangelio de lucas 15, donde se narran tres
historias dentro de una parábola, que revelan el papel de la Trinidad en la
salvación del hombre perdido por el pecado.
La primera historia es la oveja perdida,
nos habla de Cristo, el Hijo, el Buen Pastor que busca la oveja perdida, tipo
del hombre caído en Adán.
La segunda historia simboliza al Espíritu
Santo en una mujer con una lámpara que busca y encuentra una moneda perdida en
la oscuridad, tipo del hombre perdido en tinieblas, y que es iluminado mediante
la intervención del Espíritu en el convencimiento de pecado.
La tercera historia, es la del hijo
pródigo, habla del Padre que recibe al hijo arrepentido y lo perdona, tipo del
hombre que estaba perdido, y que es convencido de pecado por Espíritu Santo,
regenerado mediante el sacrificio de Jesús en la cruz. Ahí están los tres, en diferentes
funciones. involucrados en la salvación
del hombre. Padre, Hijo, y Espíritu Santo.
>El Apóstol Pablo en la carta a
los corintios, se despide con el siguiente saludo: “La gracia del Señor
Jesucristo, el amor del Padre, y la comunion del Espíritu Santo sean con todos
vosotros” En esta despedida, el apóstol deja en claro, la trinidad en
el conjunto de la deidad. 2 Corintios. 13: 14.
>En la
primera carta que el Apóstol Pablo le escribe a los Corintios, en el capítulo
quince versos veinte (20) al veintiocho, (28) se presenta la manifestación del
Padre y del Hijo en una forma clara, y que muestra la diversidad en las
operaciones como dos personas diferentes con un denominador común.
“Más ahora Cristo ha
resucitado de los muertos; primicias de los que durmieron es hecho. Porque
por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección
de los muertos. Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo
todos serán vivificados. Pero cada uno en su debido orden: Cristo,
las primicias; luego los que son de Cristo, en su venida. Luego
el fin, cuando entregue el reino al Dios y Padre, cuando haya
suprimido todo dominio, toda autoridad y potencia. Porque preciso es
que Él reine hasta que haya puesto a todos sus enemigos debajo de sus pies.
Y el postrer enemigo que será destruido es la muerte. Porque
todas las cosas las sujetó debajo de sus pies. Y cuando dice que todas las
cosas han sido sujetadas a él, claramente se exceptúa aquel que sujetó a él
todas las cosas. Pero luego
que todas las cosas le estén sujetas, entonces también el Hijo mismo se
sujetará al que le sujetó a él todas las cosas, para que Dios sea todo
en todos” 1ª Corintio 15:20.28.
En el antiguo testamento, se
demuestra la manifestación del conjunto de la deidad, aparece en acción Jehová
Dios, Dios Verbo, y Dios Espíritu Santo. Analicemos el pasaje.
Acercaos a mí, oíd esto:
desde el principio no hablé en secreto; desde que eso se hizo, allí estaba yo;
y ahora me envió Jehová el Señor, y su Espíritu. Isaías. 48:16.
En conclusión a este punto, quedó demostrado que sí existe la trinidad en el conjunto de la deidad. Tenemos un Dios Padre, un Dios Hijo y un Dios Espíritu Santo. CONTINUARA.
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