SANTIDAD GENUINA Nº 1

SANTIDAD GENUINA Nº 1

> Muchos exponentes del tema de la Santidad lo presentan de manera compleja por no tener un concepto preciso y conciso acerca del mismo, hasta el punto que le han adjudicado la acción de pecar -que está en oposición a la Santidad - sólo a las acciones malas, pasando por alto que aun haciendo lo bueno se puede pecar en contra de Dios. 

>Otros hacen sólo de lo inmoral un acto de pecado, ignorando que aun haciendo actos morales se peca en contra de Dios, y aunque parezca paradójico hay actos inmorales que no atentan en contra de la Santidad de Dios.

En esta materia daremos con precisión todo lo relacionado a la Santidad, la santificación, y qué significa ser santo. Según lo principios de la pedagogía la mejor forma de enseñar lo que “es”, es exponiendo lo que “no es” concerniente al tema. Voy a presentar lo que “no es” la Santidad, y automáticamente se va sobrentendiendo lo que “es” la Santidad. 

LO QUE “NO ES” LA SANTIDAD.

LA SANTIDAD NO CONSISTE EN UNA LISTA DE COSAS QUE TÚ TIENES O NO TIENES QUE HACER.

La Santidad además de tener que ver con principios está muy relacionada con el motivo del corazón. Esto va más allá de lo que tienes o no tienes que hacer.
Es cierto que la Santidad tiene que ver con hacer de los preceptos de Dios un estilo de vida, que a su vez pasan a ser principios para la vida, pero sobre todas estas cosas está el motivo del corazón, que es lo que indica el carácter de las cosas. Es decir, no es lo que haces lo que caracteriza el pecado, sino cuál fue el motivo que te condujo a hacer las cosas.

El origen del pecado nace del motivo y la intención del corazón que conduce a la persona a la premeditación y a la alevosía. El ejemplo más claro lo tenemos en Satanás que sus acciones fueron producto de sus intenciones, de lo que nació en su corazón. 

“…tú, querubín grande, protector, yo te puse en el santo monte de Dios, allí estuviste; en medio de las piedras de fuego te paseabas. 15Perfecto eras en todos tus caminos desde el día que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad. 16A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste;…Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor;…” Ezequiel 28:14.17.

Jesús dijo tratando el tema del pecado como intención más que como hechos, que de la abundancia del corazón habla la boca, y que las malas acciones nacen en el corazón del hombre.

“O haced el árbol bueno, y su fruto bueno, o haced el árbol malo, y su fruto malo; porque por el fruto se conoce el árbol. 34¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca. 35El hombre bueno, del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas” Mateo 12:33.35. 

“No entendéis que todo lo que entra en la boca va al vientre, y es echado en la letrina? 18Pero lo que sale de la boca, del corazón sale; y esto contamina al hombre. 
19Porque del corazón salen los malos pensamientos, los homicidios, los adulterios, las fornicaciones, los hurtos, los falsos testimonios, las blasfemias. 20Estas cosas son las que contaminan al hombre;…” Mateo 15:17.20.

Según el pensamiento de Jesús, la intención es más determinante para Dios en el momento de hacer juicio que la ejecución del pecado, no dejando de tener importancia para Dios la acción del pecado porque ella determina daños que también serán tomados en cuenta en el juicio.

Según la Hamartología, Dios no juzga el pecado por las obras, sino por el motivo que te conduce a hacer las cosas y cuáles fueron sus consecuencias a sabiendas de ellas.

El termino Hamartologia viene del compuesto hamartia que quiere decir pecado, y logos que es relacionado a un tratado. Por lo que indica que hamartologia es: El tratado acerca del pecado.

La Hamartología: Es la ciencia que se encarga de estudiar y juzgar el pecado, no por los hechos sino por el motivo del corazón, y las consecuencias que éste produjo. 
Hacer algo -sea bueno o sea malo- sabiendo los daños que se van a producir, es premeditación, y ante Dios es contado como pecado, no tanto por lo que hiciste, sino por los daños que causaste sabiendo de antemano los resultados nocivos que ibas a tener. 

Debemos tomar en cuenta que aun haciendo cosas buenas se pueden producir daños porque el motivo no es correcto, las escrituras registran de gentes que hicieron cosas buenas y su motivo no era correcto, porque aun de los malos motivos pueden proceder obras buenas, pero nunca de un motivo correcto procederá cosa mala en esto el principio se mantiene. Este fenómeno es revelado por el Apóstol Pablo en una de sus cartas, pasemos analizar el pensamiento del Apóstol.

“…algunos, a la verdad, predican a Cristo por envidia y contienda; pero otros de buena voluntad. Los unos anuncian a Cristo por contención, no sinceramente, pensando añadir aflicción a mis prisiones”. (Filipenses 1:15.16)

Según el pasaje el predicar el Evangelio es bueno, pero su fin era malo porque su motivo era incorrecto. Esto indica que de un motivo incorrecto pueden surgir buenas obras, para alcanzar un fin de acorde al motivo que se tenga. La diferencia solo la pueda notar Dios que conoce las intenciones del corazón. 

El término pecado en su etimología es “hamartia”, que indica: “Errar al blanco”.
Por lo general se denomina pecado toda falta, iniquidad, rebelión, injusticia, inmoralidad, disociedad; no entendiendo que hay acciones que están en total contraste con lo antes dicho, que en su apariencia no parecen pecados, sin embargo, ante los ojos de Dios se está incurriendo en éste.

Pecar indica: Errar al blanco, entendiendo que el blanco es el centro de la perfecta voluntad de Dios. Todo lo que hacemos que no esté acorde con el propósito actual, el carácter, el deseo, los designios, y la Palabra de Dios, se cuenta como pecado ante Él, aunque lo que hagamos sea bueno. 

Una de las cosas que debemos entender es que aun haciendo cosas buenas podemos quebrantar un principio de Santidad, porque no es lo bueno que tú haces, sino el por qué lo haces. Observa que Dios por una mentira preservó la vida de una mujer, a Rahab la ramera (Josué 6:17.23); y por otra parte, por la mentira le quitó la vida a dos personas: a Safira y Ananías. (Hechos 5:1.11). Dios en ambos casos no juzgó la mentira, sino el motivo que tuvieron para mentir.

Toma en cuenta que Rahab fue justificada por la fe que tuvo para mentir, no tomando Dios en cuenta la mentira que dijo, sino la fe y el motivo que tuvo para mentir, hasta el punto que aparece entre la lista de los héroes de la fe (Hebreos 11:31, Santiago 2:25.26).

Como otro ejemplo, vemos que David no fue juzgado por Dios por haber tomado de los panes de la proposición, que sólo le era permitido al sumo sacerdote, porque su motivo fue correcto. David no lo hizo como un acto de rebeldía, sino por la falta de provisión (1º Samuel 21:1.6). Éste es un acto relatado por Jesús en una reprensión que les hizo a los fariseos precisamente juzgando el motivo equivocado del corazón.

“Pero él les dijo: ¿No habéis leído lo que hizo David, cuando él y los que con él estaban tuvieron hambre; cómo entró en la casa de Dios, y comió los panes de la proposición, que no les era lícito comer ni a él ni a los que con él estaban, sino solamente a los sacerdotes?”. (Mateo 12:3.4) 

“Pero él les dijo: ¿Nunca leísteis lo que hizo David cuando tuvo necesidad, y sintió hambre, él y los que con él estaban; 26cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban?”. (Marcos 2:25.26)

En el caso de David y Betsabé Dios no lo juzgó porque estuvo con una mujer, Dios lo juzgó por la mujer con la cual estuvo, si hubiese tomado a otra, probablemente Dios no le hubiera dicho nada (2ª Samuel 12: 1.9). 

Ten presente que la Santidad nace del corazón y radica en su motivo. Si el motivo es incorrecto ya has pecado, aunque no lo ejecutes.

Por esta razón, no te guardes ni te cohíbas simplemente de hacer las cosas, analicemos el motivo. Si nos cohibimos de hacer algo pero en nuestro corazón nace y está la intención ajena al propósito y a los designios de Dios, ya hemos quebrantado un principio de Santidad; dicha intención ajena a los designios de Dios se cuenta como un pecado de omisión aunque no se ejecute.

Jesús dijo: “Pero yo os digo que cualquiera que mire a una mujer para codiciarla, ya adúltero con ella en su corazón”. Mateo 5:28.

Por esta causa afirmo que la Santidad no es una lista de cosas que puedes o no puedes hacer, o que tienes o no tienes que hacer, sobre estas cosas está el motivo del corazón, que es de donde proceden las cosas.

En cuanto al motivo en relación a la Santidad, se debe tomar en cuenta que aun haciendo las cosas con motivos correctos, ante Dios lo que haces se puede considerar pecado, porque no es lo que haces para Dios lo que cuenta, es que hagas lo que Él te mando a hacer. 

David propuso en su corazón construir un templo para Dios y su motivo era correcto, pero si lo hubiera hecho le hubiera sido contado como pecado porque no fue a él a quien Dios escogió para tal fin, sino a su hijo Salomón.

Nunca olvides esta verdad: Ninguna de nuestras mejores intenciones, motivaciones Y acciones; pueden ocupar el lugar de la obediencia en la perfecta voluntad de Dios.

“Llamó entonces David a Salomón su hijo, y le mandó que edificase casa a Jehová Dios de Israel. 7Y dijo David a Salomón: Hijo mío, en mi corazón tuve el edificar templo al nombre de Jehová mi Dios. 8Mas vino a mí palabra de Jehová, diciendo: Tú has derramado mucha sangre, y has hecho grandes guerras; no edificarás casa a mi nombre, porque has derramado mucha sangre en la tierra delante de mí”. (1º Crónicas 22:6.

>LA SANTIDAD NO TIENE NADA QUE VER CON LA MORAL.

La moral: Relativa a la conducta, la ética y las reglas de urbanidad, tiene que ver con las buenas costumbres y es adaptable a las culturas.

Toma en cuenta que una persona puede tener comportamientos inmorales y no estar pecando. La esquizofrenia puede llevar a una persona a tener una conducta inmoral sin quebrantar los principios de Santidad. Su estado patológico lo excluye -según la hamartología- de la posibilidad de pecar; dicho estado se considera en lo similar al de la inocencia que es el estado donde se desenvuelven los niños en su primera etapa. Un niño no puede ser juzgado por las autoridades ni siquiera por Dios, mientras esté en la inocencia sea cuál sea su comportamiento. 

Por otra parte, hay que entender que para nosotros algo puede considerarse pecado desde el punto de vista moral, y podemos hacer juicio sobre ello por no conocer las culturas, y al analizarlo lo que juzgamos desde el sentido cultural está muy distante de lo que es pecado.

En una ocasión la conocida predicadora Daisy Osborn cometió una imprudencia en una tribu en el África al mandar a colocar brassier a las mujeres que habitaban en una aldea. Según esa cultura era normal no usar esta prenda. Sin embargo, ella vio el acto como inmoral y lo juzgó como pecado, pero según la cultura africana en esa aldea eso era normal. De hecho las únicas mujeres que se cubrían los senos eran las prostitutas.
Hay términos que según el lenguaje, los idiomas, los dialectos, las culturas, no deben pronunciarse en ciertas naciones, países, estados, pueblos o aldeas; porque el hacerlo se te puede considerar pecado bajo el conocimiento que se obtenga en la intención del corazón al decirlo.

Por otro lado, hay quienes obran en forma apegada a la moral y a la ética de sus creencias, pero con motivos equivocados, y ante Dios es pecado lo que están haciendo porque el motivo es incorrecto. 

Éste fue el caso juzgado por Jesús cuando hizo referencia a la posición de los fariseos que actuaban con toda la moral y la ética pero en su corazón había perversidad hasta el punto que Jesús los llamó “sepulcros blanqueados y generación de víboras”. 

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque limpiáis lo de fuera del vaso y del plato, pero por dentro estáis llenos de robo y de injusticia. 26¡Fariseo ciego! Limpia primero lo de dentro del vaso y del plato, para que también lo de fuera sea limpio ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera, a la verdad, se muestran hermosos, más por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia. (Mateo 23:25.27)

La expresión “Sepulcros blanqueados” y la acción de “limpiar lo de afuera del vaso y del plato”, culturalmente tienen que ver con la ética, la moral, con reglas de urbanidad en la que los fariseos se movían; pero, la expresión “huesos de muertos y de toda inmundicia”, en contraste a lo hermoso del sepulcro por la parte de afuera, refleja el motivo incorrecto, la hipocresía, el engaño, la falsedad, la mentira, en la que los fariseos se movían en su apariencia, cubriéndose con la moral y la ética; pero en cuanto a Dios -que no puede ser burlado- estaban confinados al infierno.

“Así también vosotros por fuera, a la verdad, os mostráis justos a los hombres, pero por dentro estáis llenos de hipocresía e iniquidad”. (Mateo 23:28) 
Éste es el tipo de ministros que en parte tenemos en nuestras iglesias, ministrando con apariencia de piedad (con toda la moral y la ética del mundo), pero por dentro son como los sepulcros: llenos de podredumbre, de mentiras, engaños, falsedad, fatuos, rebeldes, promiscuos, fornicarios, altivos, prepotentes, soberbios, amadores de sí mismos, crueles, avaros, ingratos, implacables, calumniadores, traidores; de esto hace mención el Apóstol Pablo en sus cartas. Ante los ojos de Dios están reprobados y Él les dará su destino.

“Porque habrá hombres amadores de sí mismos, avaros, vanagloriosos, soberbios, blasfemos, desobedientes a los padres, ingratos, impíos, sin afecto natural, implacables, calumniadores, intemperantes, crueles, aborrecedores de lo bueno, traidores, impetuosos, infatuados, amadores de los deleites más que de Dios, que tendrán apariencia de piedad, pero negarán la eficacia de ella; a éstos evita. Porque de éstos son los que se meten en las casas y llevan cautivas a las mujercillas cargadas de pecados, arrastradas por diversas concupiscencias. Éstas siempre están aprendiendo, y nunca pueden llegar al conocimiento de la verdad. Y de la manera que Janes y Jambres resistieron a Moisés, así también éstos resisten a la verdad; hombres corruptos de entendimiento, réprobos en cuanto a la fe”. (2ª Timoteo 3:2.

MAESTRO: JOSE N. BRICEÑO A.

http://www.youtube.com/watch?v=Zo67yB4s26s&feature=youtu.be

E-mail: meejesussoberano77@hotmail.com / josebriceno77@hotmail / josebricenoa77@gmail.com
Busca los estudios en videos del Maestro: José N. Briceño A. por YOU TUBE
Conéctate por FACEBOOK / http://maestrojosebriceno.blogspot.com/
Telf. 0416-8607602/ 0414.650.99.92/ 0261.7373387.
Venezuela-Maracaibo-Zulia

Comentarios

  1. Jorge Céspedes Yañez31 de agosto de 2014, 7:05

    Hermano Jose Briceno, lo felicito por ofrecernos de una manera comprensible y clara el Evangelio de Dios y orando siempre por Ud. y su familia para que siga adelante , mis respeto y gracias por toda la informacion que nos dá, bendiciones.

    ResponderEliminar
  2. Muy útil para enriquecer nuestro conocimiento

    ResponderEliminar
  3. me agrado mucho el disernimiento de las sagradas escrituras y bendiciones para usted y su familia . gracias me fue recomendada santidad genuina.

    ResponderEliminar
  4. Soy un seguidor de sus enseñanzas y lo considero un regalo de Dios para aclarar muchas dudas y corregir muchas desficiencias relacionadas con la correcta interpretacion,siga adelante y me gustaria un día poder participar en directo de esas tremendas enseñamzas,mis oraciones a Dios por uste,su familia y el equipo que le apoya para hacer posible que ese material llegue a nuestras manos.

    ResponderEliminar
  5. Bendiciones como puedo conseguir los materiales de enseñanza son muy bueno

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

JERARQUÍA DE LOS DEMONIOS

¿Quiénes son tomados y quienes son dejados? según Mateo 24:40.42

DEFINICION DE LA PARABOLA DE LAS DIEZ VIRGENES. (Mateo 25:1.31)