MINISTERIO INTERNACIONAL DE LA ENSEÑANZA Y LA EVANGELIZACIÓN.
“JESÚS SOBERANO SEÑOR”
PROGRAMA: PALABRA DE
ILUMINACIÓN.
DR. MAESTRO: JOSÉ N.
BRICEÑO A.
TEMA: NEUMATOLOGIA.
SEGMENTO # 4
ASUNTO A TRATAR:
la intervención del espíritu santo en la creación.
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Todo el origen de lo que Dios Padre y el Hijo hizo o hace, todo lo que en Dios Padre y el Hijo se desarrolla o ha venido desarrollándose, todo lo que en Dios Padre y el Hijo se sostiene o permanece, depende de la intervención del Espíritu Santo.
Según lo
descrito en Génesis 1:1.2. Salmos 8:3; 33:6; 104:29.30. Job 26:13; 33:4. El
Espíritu de Dios intervino en la creación desde el punto cosmogónico. La
intervención del Espíritu en la creación no se debe limitar en el aspecto
cosmológico, porque su intervención en la creación se anticipa a la creación de
lo terrenal, trasciende al mundo celestial que abarca lo espiritual.
La
cosmogonía: Es la ciencia que se encarga de relatar y de describir la
creación de la era celestial que abarca lo espiritual.
La
cosmología: Es la ciencia que se encarga de relatar y de describir la
creación de la era terrenal que abarca lo físico. Las Escrituras hacen
referencia de la creación celestial abarcando única y exclusivamente lo
espiritual, por igual lo terrenal abarcando lo físico.
“Cuando veo tus cielos, obra de
tus dedos, La luna y las estrellas que tú formaste,…” Salmos 8:3.
“Por la palabra de
Jehová fueron hechos los cielos, Y todo el ejército de ellos por el aliento de
su boca” Salmos
33:6.
“Su
espíritu adornó los cielos; Su mano creó la serpiente tortuosa” Job
26:13
Se debe tomar en cuenta que por
principios todo lo creado tiene un orden, primero fue hecho lo celestial
abarcando lo espiritual para luego hacer lo terrenal que abarca lo físico.
“Por la fe entendemos
haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo que
se ve fue hecho de lo que no se veía” Hebreos 11:2: Colosenses 1:15.16.
>Cronológicamente según la cosmogonía lo primero que Dios hizo por
el Espíritu fueron los cuerpos celestiales denominados como los astros.
“El hizo la Osa, el Orión y las Pléyades, …” Job 9:9.
“buscad al que hace las Pléyades
y el Orión, …” Amos 5:8.
Las Escrituras dan
testimonio que Dios como el creador de las estrellas conoce el número de ellas
y las llamas por su nombre.
“Él cuenta el número de las estrellas; A
todas ellas llama por sus
Nombres.
“Salmo 147:4.
Luego que Dios por el Espíritu en su Palabra (Verbo) hizo las criaturas
celestiales o angelicales en sus diferentes especies, incluyendo los demonios
como seres espirituales, con una buena naturaleza, Así lo describe Pablo en la carta a los Colosenses.
“Él es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación.
16Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos
y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios,
sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de Él y para Él” Colosenses
1:15.16.
>El ejemplo más claro y
determinante de lo que venimos tratando en cuanto a la creación cronológica de
lo celestial, es que Satanás como creación de Dios fue el sello de la creación
de lo celestial, Satanás fue lo primero que Dios pensó hacer, aunque fue lo
último que hizo.
> La creación de lo celestial es un
paralelismo de la creación terrenal, de igual forma se dio con el hombre, fue
lo primero que Dios pensó hacer y fue lo último que hizo, siendo este el sello
de la creación del campo terrenal relacionado a lo físico.
Así como todas las cosas celestiales
fueron hechas por causa de Satanás, las terrenales fueron hechas por causa del
hombre. Satanás como creación de Dios fue denominado como el Sello de la perfección: Ezequiel:
28:12.15.
El título “Sello de la perfección”
no solo es atribuido a sus actitudes y su manera de conducirse en cuanto a lo
integro, cabal, e irreprochable; sino a su belleza física y mental,
atribuyéndole la perfección no solo a él como lo creado sino también a su
creador, resaltando que dicha obra tan perfecta venía de las manos de la
perfección misma que es Dios. Esto se puede entender cuando leemos el contexto
subsiguiente. En el verso 12 del Capítulo 28 de Ezequiel dice: “Tú
eres el sello de la perfección, lleno de sabiduría, y acabado de hermosura”.
Satanás a causa
de su hermosura y perfección y de su acabado, como creación fue motivo de
adoración al Creador. Cuando las huestes angelicales veían a Satanás, a causa
de su hermosura, acabado, y esplendor; adoraban a Dios por su creación. Era tanta
la magnificencia de su creación, que cuando fue creado, se prepararon los
instrumentos para celebrar su creación; indica que en igual forma esta
apariencia presenta a este ángel en su creación como diadema de adoración y
alabanza a su Creador. Ezequiel. 28:13.
“En Edén, en el huerto de Dios estuviste; de toda piedra preciosa era tu vestidura; de cornerina, topacio, jaspe, crisólito, berilo y ónice; de zafiro, carbunclo, esmeralda y oro; los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación” Ezequiel 28:13.
El término “los primores de tus
tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación” Indica la
disposición y antesala que se dio en las huestes celestiales para adorar a Dios
en el momento que Luzbel saliera en escena como el sello de la creación de las
huestes celestiales.
Satanás es una especie única en su
estilo, aunque es llamado querubín no forma parte de los querubines en común.
Como figura espiritual es única en su estilo, hasta el punto que es denominado “Lucero
de la mañana” término del griego Phosphoro que indica portador de
luz, apelativo que se le es asignado a Jesús posteriormente. Isaías
14:12. 2ª Pedro 1:19.
La
creación por el Espíritu del mundo terrenal que abarca lo físico.
Según lo descrito en Génesis 1:1.2.
Salmos 8:3; 33:6; 104:30. Job 26:13; 33:4.
Analicemos lo escrito en Génesis. Relata
la intervención del Espíritu Santo en la creación. Describamos el texto:
“En el principio, creó Dios los cielos y la
tierra. Y la tierra estaba desordenada y
vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios
se movía sobre la faz de las aguas.” Génesis 1:1.2.
Según el pasaje presentado tenemos en
escena una creación, y una ordenación. Expliquemos la ordenación para
centrarnos en la creación.
Según algunos exegetas, del verso uno (1)
al verso dos (2) del capítulo uno de Génesis hay el transcurrir de millones de
años. Se cree y hay pruebas científicas, que este fue el tiempo de la
prehistoria, donde existieron los dinosaurios, pero no estaba la existencia del
hombre.
El desorden en la creación se conoce como el
diluvio Satánico, donde Satanás al ser lanzado del cielo desordeno la tierra,
en unión a los espíritus que en estos tiempos se denominan demonio que fueron
creados buenos para sojuzgar la tierra en la ausencia del hombre. Dios por el
Espíritu después de crear tuvo que ordenar para traer a la existencia la figura
del hombre.
El término moverse, es un verbo que viene
del hebreo “Rakjaf”, que indica
empollar, propiamente encubar. Es el acto de darle calor a las cosas para que
se forme una creación, dándole comienzo a lo que no existía. Este término es
tomado de las aves, cuando se posan sobre sus huevos para crear y formar el
polluelo.
El
término moverse en lo natural, da la idea de quien hace un acto de incubación
en una forma estacionaria. En este caso, para hacer referencia al Espíritu
Santo como creador en el acto de incubación, no se da la idea de forma
estacionaria sino en forma de ejecución, indicando que el Espíritu Santo es el
brazo ejecutor de la dualidad del gran Yo Soy y del Verbo, formando parte de la
Trinidad creadora como El Eloim.
En el Salmo 33:6, se revela la
participación del conjunto de la deidad en la creación. Citemos el pasaje: “por
la palabra de Jehová fueron hechos los cielos, y todo el ejército de ellos por
el aliento (Espíritu) de su boca.”
Hay dos
términos en el pasaje que debemos estudiar desde el punto de vista etimológico;
éstos son: “Palabra” y “Aliento”.
Palabra: Del hebreo “Davar”, y el griego
“Logos”. En cuanto a la creación, estos términos
indican la expresión de un pensamiento que denota un dicho o afirmación de
Dios.
Toda la creación está adjudicada a la
palabra de Dios. Si Dios no dice, no
será; si el Gran Yo soy no da la orden, no hay quien ejecute.
En el relato de la creación, conseguimos
los imperativos “Sea, haya, júntense, descúbranse, produzcan”, dándole
al gran Yo Soy la responsabilidad de dictaminar la palabra para darle comienzo
a un ejecute, que trae como resultado la creación y formación del vasto
universo.
Esta palabra, el dictamen, es el Verbo
mismo, sin el cual no era posible la creación del universo. Juan 1:1.3.
Colosenses 1:15.17. 1ª Juan 1:1.
Debemos tomar en cuenta una gran verdad:
Si se requiere el agente que dictamina la palabra, y se requiere de la palabra
misma como dictamen, también es indispensable el agente que ejecute dicha
palabra. Este agente es el Espíritu Santo.
Aliento: Este término es uno de los significados de la palabra “Ruach” del hebreo, y del griego “Neuma”.
Este término es utilizado bajo muchas
connotaciones en los textos sagrados, incluyendo a la persona del Espíritu
Santo.
El término que se empleó en Génesis 1:2.
Isaías 61:1 para hacer referencia al Espíritu Santo es el mismo que se utilizó
en el Salmo 33:6 traducido como “Aliento”.
En nuestras traducciones Bíblicas y según el contexto y la ilación de
pensamiento en el salmo 33:6 se está
haciendo referencia al Espíritu Santo como agente ejecutor en la
creación.
Debemos destacar para complementar esta
información, que el término “Dedo de Dios”, en los textos
sagrados es utilizado para referirse en algunas partes al Espíritu Santo.
En Éxodo se le atribuye la inscripción de los
diez mandamientos es al Espíritu Santo, por igual está registrado en forma
paralela en Deuteronomio.
“Y dio a
Moisés, cuando acabó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del
testimonio, tablas de piedra escritas con el dedo de Dios” Éxodo 39:18.
“…y me dio Jehová las dos tablas de
piedra escritas con el dedo de Dios;…”
Deuteronomio 9:10.
La
inscripción que fue escrito en una pared por una mano que apareció en
advertencia al rey Belsasar por su idolatría, fue escrita por el Espíritu
Santo.
“Entonces de su presencia fue enviada la mano que trazó esta escritura.
Y la escritura que trazó es: MENE, MENE, TEKEL, UPARSIN. 26Esta
es la interpretación del asunto: MENE: Contó Dios tu reino, y le ha puesto fin.
27TEKEL: …” Daniel. 5:24.25.
En el Salmo 8:3, se utiliza la misma
expresión para hacer referencia al Espíritu Santo como el agente ejecutor
participante en la creación. El pasaje dice: “Cuando veo tus cielos, obra de
tus dedos...”
Jesús en
su Ministerio hace referencia a esta verdad tipológica que aparece en el
Antiguo testamento referente al dedo de Dios en relación al Espíritu Santo,
cuando dijo: “Mas si por el dedo de Dios echo yo fuera los demonios...”,
Lucas 11:20.
Debemos tomar en cuenta que el Espíritu
Santo, además de operar como agente ejecutor de la palabra en la creación,
también es el encargado de sostener y sustentar el vasto universo. Según lo dicho en Hechos 17:25, Hebreos 1:3.
“Entonces Pablo, puesto
en pie en medio del Areópago, dijo: Varones atenienses, en todo observo que
sois muy religiosos; porque pasando y mirando vuestros santuarios,
hallé también un altar en el cual estaba esta inscripción: AL DIOS NO CONOCIDO.
Al que vosotros adoráis, pues, sin conocerle, es a quien yo os anuncio. El
Dios que hizo el mundo y todas las cosas que en él hay, siendo Señor del cielo
y de la tierra, no habita en templos hechos por manos humanas, ni es
honrado por manos de hombres, como si necesitase de algo; pues él es quien da a
todos vida y aliento y todas las cosas” Hechos 17:22.25. En este pasaje, el término
aliento es relativo al Espíritu Santo.
CONTINUARÁ.
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