JERARQUÍA DE LOS DEMONIOS

 

             MINISTERIO INTERNACIONAL DE LA ENSEÑANZA Y LA EVANGELIZACIÓN.

                                         " JESÚS SOBERANO SEÑOR"

                                                     DR. MAESTRO: JOSÉ N. BRICEÑO A. 

        CRISTO COMO EL CORDERO DE DIOS.

       Lo primero que hay que resaltar en relación al cordero, es que desde antes que el hombre callera en la maldición del pacado, ya el cordero estaba preparado. No nos referimos en el aspecto físico literal, estamos haciendo referencia, es al eterno conocimiento anticipado de Dios, en su prognosis ya el cordero estaba en el propósito del Eterno.

       “sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, ya destinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor de vosotros,…”           1 Pedro.1:18.20.

      El primer escritor en el canon del nuevo testamento, que anuncia en sus escrito a Jesús como el cordero de Dios como el antetipo del cordero que se ofrecía anualmente en las pascuas, es Juan. Y el ultimo profeta que hace mención de Jesús como el cordero de Dios es Juan el bautista.

 

     Juan el Bautista estaba aludiendo con este término al cordero pascual del Antiguo Testamento (Éxodo 12: 1.13), cordero cuya sangre libró a los israelitas de la muerte de sus primogénitos cuando estaban a punto de salir de Egipto.

     “Al día siguiente vio a Jesús que venía hacia él, y dijo: He ahí el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo.” Juan 1:29.

     Pablo también mantiene esta misma visión al referirse a Jesús como “nuestra pascua” quien fue “sacrificada por nosotros” 1 Corintios 5:7.

     Hay demandas de parte de Dios en relación al cordero pascual que se debían cumplir al pie de la letra. Estas demandas se cumplieron en Jesús en el aspecto profético. Si uno de estas demandas no se hubieran cumplido en Jesús como el antetipo del cordero pascual, quedaría Jesús descalificado como el cordero para ser inmolado por la humanidad. comencemos analizarlos.

       =El cordero que se ofrecía en la noche de las pascuas, no debía tener defecto físico. Esto es un cumplimiento en la vida de Jesús, el cual vivió una vida sin pecado.

     “El cordero será un macho sin defecto” Éxodo. 12:5.

      “Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él” 2 Corintio 5:21.

       =Según la tradición judía, el cordero debía ser total mente blanco sin mancha alguna. De esto da testimonio el apóstol Pedro. Esto hace alusión a la condición de Jesús como el hijo de Dios, que en el no estaba la naturaleza o la simiente de pecado heredada por Adan. 

      “sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación, …”

       =Los huesos del Cordero Pascual, no deben ser rotos. Este fenómeno profético se cumplió en Jesús tal como está escrito en el éxodo. Analicemos los pasajes.

      “Se ha de comer en una misma casa; no sacaréis nada de la carne fuera de la casa, ni quebraréis ninguno de sus huesos” Exodo.12:46.

      Los soldados romanos procedieron a quebrarle los huesos de las piernas a los que estaban crucificados en agonía incluyendo a Jesús para causar la muerte, Juan registra y da un testimonio vivo y presencial, (Juan.19:35) que cuando llegaron a Jesús por causa de que ya había muerto no quebraron sus huesos. Esto es un cumplimiento profético, al cordero pascual no se le deberían por ningún motivo quebrar sus huesos, de hacerlo el sacrificio quedaba sin efecto.

      “Vinieron, pues, los soldados, y quebraron las piernas al primero, y asimismo al otro que había sido crucificado con él. Mas cuando llegaron a Jesús, como le vieron ya muerto, no le quebraron las piernas… Porque estas cosas sucedieron para que se cumpliese la Escritura: No será quebrado hueso suyo”. Juan. 19:32.36.

       “El guarda todos sus huesos; ni uno de ellos es quebrantado” .Salmo.34:20.

        El cordero fue introducido al mundo es a través de un pacto que Dios hizo con un hombre llamado Abraham, a este pacto se le conoce como el pacto Abrahámico. Para Dios introducir su simiente en la tierra, tuvo que valerse de la intervención de un hombre, porque fue a través de un hombre que satanás introdujo su simiente. Dios tenía que buscar a un hombre para hacer pacto con él, en el cual se diera el principio de reciprocidad.  Un hombre que en su fe y obediencia, le entregara al Creador su simiente (hijo) y en respuesta a esta obediencia por la fe, el Creador entregar a su único hijo, que estaba preparado en la prognosis de Dios,  

      Cuando Dios hizo pacto con Abraham, en su demanda el Creador le Pidió que le sacrificara  a  su hijo, con la idea de ser reciproco en su obediencia, y tener la misma disposición que tuvo Abraham, así como el patriarca estuvo dispuesto a entregar a su hijo, el Gran Yo Soy no le negó el suyo.

        Si analizamos el relato bíblico donde Dios le hace la demanda a Abraham, notaremos que en lugar de Isaac   Dios tenía un cordero preparado como sustituto el cual representa a Cristo. Este es el valor y la causa del pacto Abrahamico, que haya alguien en fe y obediencia, que estregara su simiente en voluntad, para Dios poder entregar el suyo en voluntad propia. Analicemos el pasaje.

       “Aconteció después de estas cosas, que probó Dios a Abraham, y le dijo: Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: Toma ahora tu hijo, tu único, Isaac, a quien amas, y vete a tierra de Moriah, y ofrécelo allí en holocausto sobre uno de los montes que yo te diré.  Y Abraham se levantó muy de mañana, y enalbardó su asno, y tomó consigo dos siervos suyos, y a Isaac su hijo; y cortó leña para el holocausto, y se levantó, y fue al lugar que Dios le dijo. Al tercer día alzó Abraham sus ojos, y vio el lugar de lejos. Entonces dijo Abraham a sus siervos: Esperad aquí con el asno, y yo y el muchacho iremos hasta allí y adoraremos, y volveremos a vosotros. Y tomó Abraham la leña (el madero) del holocausto, y la puso sobre Isaac su hijo, y él tomó en su mano el fuego y el cuchillo; y fueron ambos juntos. Entonces habló Isaac a Abraham su padre, y dijo: Padre mío. Y él respondió: Heme aquí, mi hijo. Y él dijo: He aquí el fuego y la leña; mas ¿dónde está el cordero para el holocausto? Y respondió Abraham: Dios se proveerá de cordero para el holocausto, hijo mío. E iban juntos. Y cuando llegaron al lugar que Dios le había dicho, edificó allí Abraham un altar, y compuso la leña, y ató a Isaac su hijo, y lo puso en el altar sobre la leña.  Y extendió Abraham su mano y tomó el cuchillo para degollar a su hijo. Entonces el ángel de Jehová le dio voces desde el cielo, y dijo: Abraham, Abraham. Y él respondió: Heme aquí. Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; porque ya conozco que temes a Dios, por cuanto no me rehusaste tu hijo, tu único. Entonces alzó Abraham sus ojos y miró, y he aquí a sus espaldas un carnero (cordero) trabado en un zarzal por sus cuernos; y fue Abraham y tomó el carnero, y lo ofreció en holocausto en lugar de su hijo. Génesis. 22:1.13.

      Note en el relato que Isaac representa a la humanidad y el cordero que fue sacrificado representa a Cristo quien murió en nuestro lugar. Pero todo se dio por la fe la obediencia y la entrega de un hombre el cual es Abraham.

       Es por esta causa que el apóstol Pablo sita este acontecimiento en la carta que escribe a los Gálatas, donde le da un sentido espiritual e universal a la bendición que vendría sobre las naciones por causa de la entrega reciproca de las simientes. Pablo dice: “En tu simiente la cual es Cristo” Citemos el pasaje.

       “Ahora bien, a Abraham fueron hechas las promesas, y a su simiente. No dice: Y a las simientes, como si hablase de muchos, sino como de uno: Y a tu simiente, la cual es Cristo.”  Gálatas 3:16.

        Aquí hay una ley de doble referencia, ambas simientes tanto Isaac como Jesús, recibieron la bendición del pacto en la fe y la obediencia de Abraham.

         Lo serio del pacto fue, que Dios se tuvo que valer de un hombre que caminara en fe y en obediencia, para hacerle demanda en su simiente, y por causa de eta entrega Dios poder introducir su simiente en la tierra.