JERARQUÍA DE LOS DEMONIOS

 

    

     MINISTERIO INTERNACIONAL DE LA ENSEÑANZA Y LA EVANGELIZACIÓN.

                                   " JESÚS SOBERANO SEÑOR"

                                            DR. MAESTRO: JOSÉ N. BRICEÑO A. 

     LA DIVINIDAD – LA PERSONALIDAD - Y LOS NOMBRE DEL ESPIRITU SANTO.

    SUS NOMBRES.

     En el texto sagrado se hace referencia al ceremonial o ritual del bautismo en agua que todo creyente e hijo de Dios debe participar como un testimonio externo de su conversión, tal acontecimiento se debe llevar a cabo en el nombre del Dios Padre, del Dios Hijo, y del Dios Espíritu Santo. (Mateo. 28:19) ¿Es de suma importancia para un buen entendimiento de lo registrado en el texto sagrado saber, de qué nombre se hace referencia?, ya que el Padre cuenta con un distintivo designando para hacerle un llamado o una convocación por igual el hijo, pero cual es el nombre del Espíritu Santo. 

 

     Haciendo una investigación bíblica en forma exegética en relación al nombre del Espíritu, nos indica que en ninguna parte del texto sagrado le es dado un nombre formal, tal como el que se tiene para el Padre y para el Hijo. Al espíritu Santo le es dado títulos descriptivos, de lo cual el más común y usado en las Escrituras Sagradas es el de Espíritu Santo.

 

        Se le denomina Espíritu porque su ser pertenece al mundo de los Espíritu, no teniendo relación en su naturaleza con lo material, no tiene forma corpórea. El adjetivo descriptivo Santo, se usa para distinguirlo de otros espíritus que son criaturas, pero están en un estado de corrupción en tinieblas, tales como los demonios. Mateo 12:28.

 

         De los muchos títulos y variaciones que hacen referencia al Espíritu Santo, dieciséis (16) revelan su relación con las otras personas de la deidad. Se hallan once (11) títulos relacionados con el Padre, y cinco (5) relacionados con el Hijo, pero dicha referencia no afirma que el Espíritu Santo posea o tenga nombre, el solo tiene títulos y calificativos. En los títulos o calificativos se deja ver sus propiedades y sus obras. Cabe destacar que el término consolador en referencia al Espíritu Santo no es un nombre, es un apelativo que demuestra una de sus funciones en la vida del creyente. En conclusión al tópico, el Espíritu Santo no tiene nombre.