ANGELES DE DIOS, SUPUESTOS GUERREROS EN DEFENSA DE LA IGLESIA

   ANGELES SUPUESTOS GUERREROS

   Debemos tomar en cuenta, que los Ángeles funcionaron como guerreros en el Viejo Pacto por la condición inofensiva en la cual se encontraba el hombre por su estado de pecado.( Daniel 10:12.13. 1ª Reyes 22:19. Judas 9).

   En el Nuevo Testamento su función no es guerrear por nosotros, somos nosotros los que tenemos que librar la batalla. Nuestra condición bajo el Nuevo Pacto es diferente, tenemos todo el poder, autoridad, dominio y señorío contra los poderes de las tinieblas y estamos capacitados por Dios en Cristo con el Espíritu Santo para vencer hasta al mismo diablo. No esperes que los ángeles hagan lo que tú tienes que hacer; ocupa tu lugar.

    En Hebreos 1:14. Dice que los Ángeles son espíritus ministradores enviados para servicio.

El término “Enviado” viene del griego “Apostellomena” que indica: Ser enviado de tiempo en tiempo conforme la ocasión o la demanda. El envío se da en forma fortuita o casual.

    El servicio, es aplicable a la “Liturgia” palabra de la cual procede el término“Ministradores”.

Esto indica que la comisión de los ángeles a favor del creyente no se debe entender como un acto de servidumbre (no podemos mandarlos a nuestro propio capricho) Los ángeles reciben órdenes directas de Dios y en casos selectos, en condiciones donde el esfuerzo humano requiere de su apoyo. Ejemplo: Para la liberación y apertura de las cárceles. (Hechos 5:19; 12: 7.8). Para proclamar un mensaje.( Mateo 1:20. Lucas 1:13; 1:28.35).

    No descartamos que los ángeles puedan prestar servicio como lo hicieron con Jesús casos registrados en Mateo 4:11. Mateo: 26.53. Lucas 22.43. Pero debe ser Dios quien los envíe de acuerdo a la necesidad y la ocasión, no tomemos nosotros esa atribución.

    Quítese de la mente la idea que cada uno como creyente tiene un ángel asignado de parte de Dios como guardaespaldas, tomando fuerza en nosotros la creencia pagana del ángel de la guarda. No descartamos que en el momento que clamemos a Dios en el nombre de Jesús por la protección de los ángeles, los vayamos a tener, si el caso lo requiere y amerita.

    En conclusión, nunca le pidamos a Dios que envíe los ángeles para ejecutar lo que nosotros tenemos que hacer, y mucho menos para librar las batallas que tenemos y estamos en capacidad de librar.

    En varias ocasiones Jesús pudo pedir el apoyo de los ángeles para librar ciertas situaciones, sin embargo, conociendo los principios se cohibió y prohibió a los discípulos hacerlo. Él sabía que era una circunstancia que Él en lo personal tenía que librar.

    “¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que Él no me daría más de doce legiones de ángeles? ¿Pero cómo entonces se cumplirían las Escrituras de que es necesario que así se haga?”.Mateo 26:53.54.

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