¿Quiénes son tomados y quienes son dejados? según Mateo 24:40.42

 REMENBRANZA O REMINISCENCIA DE UN MINISTERIO.

DR. MAESTRO: JOSÉ N. BRICEÑO A.

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Hay casos, cosas y acontecimiento que se olvidan al pasar el tiempo, pero como olvidar aquel día 5 de febrero de 1991 que fui ordenado al ejercicio del Ministerio de maestro, hoy en el presente año 2024, han pasado 33 año, que fácil se dicen y se escribe, pero el haberlos recorrido en gran parte a sido un mundo de desafíos, de retos, de grandes decisiones; los momento duros y difíciles en intimidad que e pasado, humanamente solo mi esposa y mis hijos en parte son testigos. Hoy la gente ve parte de mi gloria ministerial pero no conocen mi historia, hoy muchos me ven en tierras de Canaán, pero no saben cuántos desiertos he tenido que pasar para llegar a estar donde estoy.

E pasado por el desiertos, de necesidades y desajustes económico, donde muchas fueron las veces que me fui a la cama si consumir alimentos, este fue un denominador común en el apóstol pablo, por eso cuando leo sus pensamientos me identifico mucho con el y me lleno de gran gozo al saber que fue parte de mi trayectoria ministerial, él dijo: “Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñado, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. todo lo puedo en Cristo que me fortalece.” Filipenses. 4:12. 13.

E pasado por el desiertos, donde tuvimos que bregar con las patologías que prácticamente nacieron en y con mi primer hijo José Gabriel, donde después de ser internado por 4 meses que fueron como cuatro largos años, me lo entregaron en peor estado patológico para que se me muriera en mi casa, no fue fácil ver a mi hijo en dicho estado, pesando 1 kilo 400 gramos, y seguir cumpliendo en fe con las demandas del Dios Eterno, ocuparme de sus negocios para que El se ocupara de los míos, y al final de todo ver al Eterno ser fiel como siempre lo ha sido y lo será, interviniendo y sanando a mi hijo.

E pasado por el desierto, de enfermedades que en algunos casos fueron terminales, donde para la ciencia no había nada que hacer. Pase noches fúnebres, pensando en una muerte prematura, llenos de temores, dudas, incertidumbre, en las más grandes turbaciones; pero al final de la jornada la presencia del Dios hombre el Cristo Resucitado quien me constituyo para el ejercicio del ministerio se hizo presente mediante la persona del Espíritu Santo y sanó la enfermedad, que dicha enfermedad la vi como un atentado de parte de las tinieblas, para detener el comienzo de un ministerio que en el día de hoy después de 33 años se ha proyectado en la ensañada en gran manera, y a sido de bendición para muchos.

E pasado por el desierto, de la envidia, la competencia, el engaño, la traición, la mentira, el escarnio; de quienes se dicen ser ministros del Altísimo, pero se levantaron en contra de mi como como que, si yo fuera su peor enemigo, o un contrincante.

E pasado por el desiertos, del sentirme desilusionado, defraudo, diseccionado; por hombres que fungían o en el peor de los casos fingían un ministerio solo Dios lo sabe, al darme cuenta que hicieron de mi un objeto, que solo me utilizaron para alcanzar sus objetivos, aprendieron y obtuvieras de mi en el ámbito teológico, y después cuando creyeron que lo habían extraído todo el conocimiento, se desentendieron y me votaron y me execraron, fueron como una sanguijuela, como un parasito, los vampiros dentro de las congregaciones, que solo están interesados en lo que tienes, no les interesas como creación de Dios y menos como hijos de Dios.

Pasé por el desierto, que en los momentos de abundancia que he tenido en lo financiero en el ejercicio del ministerio, muchos se acercaron a mí, paro en los momentos de escasez nadie estuvo a mi lado. Gentes con un codicia y avaricia interna por el dinero.

Pasé por el desierto, de ser invitado como expositor del texto sagrado, y al final de la jornada no te dieron ni una ofrenda, me dieron un bono, voz no venís más, y en el peor de los casos recolectaron ofrendas a mi nombre, y de eso no recibí nada, me usaron como conejillo de india.

El don ministerial está caracterizado como un reto o un desafío, que viene siendo, el llamado que recibimos de parte de Dios para alcanzar y lograr con su ayuda aun lo imposible. Solo por la intervención de Dios padre y mi hermano de Jesús, mediante el Espíritu Santo, es que e logrado pasar al otro lado, y nada de estos desiertos antes nombrados me detuvieron ni me van a detener.

En el presente año 2024 del presente mes de febrero, se cumplen 33 años de ejercicio ministerial ininterrumpido. 33 años tiempo que demarco el final del ministerio terrenal de Jesús, pero que sin lugar a dudas demarca el inicio de una segunda etapa ministerial, no sé cuántos años más me faltaran, y por cuanto desierto tendré que pasar, No me detendré por nada en este mundo, El Eterno no me ofrece un camino fácil, pero si una llegada segura, en Dios hay retos y desafíos, pero nunca se corren riesgo, Él no nos llama a ventura, si vivimos y nos ajustamos a sus principios eternos en relación al llamado ministerial que recibimos, en pro a la visión que obtuvimos, en la dirección del Espíritu Eterno, nada perderemos, en Él todo es ganancia. Kathryn Kuhlman dijo en una ocasión, que nosotros estamos jugando para el equipo que va ganando y que nunca pierde.

Me apego al pensamiento del apóstol Pablo: “Olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús”. /// BENDICIONES ///