MINISTERIO INTERNACIONAL DE LA ENSEÑANZA Y LA EVANGELIZACIÓN.

“JESÚS SOBERANO SEÑOR”

PROGRAMA: PALABRA DE ILUMINACIÓN.

DR. MAESTRO: JOSÉ N. BRICEÑO A.

TEMA: NEUMATOLOGIA.

SEGMENTO # 18

ASUNTO A TRATAR: 

EL ESPIRITU SANTO NOS ABOGA Y NOS CONDUCE A LA UNIDAD. 

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     Nos aboga.  

 Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre: Juan 14:16.

    El término “consolador” no es la traducción más fiel de la palabra “Parakleto”, que es la que se empleó en el original. Dicho término significa literalmente y se aplica a alguien que está siempre al alcance de la mano, alguien que está siempre a nuestro lado, a quien podemos apelar en cualquier momento que le necesitemos, y con quien podemos contar, quien es capaz de dar un auxilio eficiente ante cualquier emergencia que se nos presente.

 Esta es la función del Espíritu como abogado a favor nuestro. Él es el Dios de todas las cosas, el Dios que está a nuestro lado en cualquier circunstancia, y es capaz de subsanar a favor del creyente, todas las exigencias que se nos presenten.

 En la voz latina la palabra aceptable para “Parakleto”, es abogado.  Este fue el término que se utilizó en 1ª Juan 2:1 para hacer referencia a Jesús como nuestro abogado. Por esta razón Jesús dijo “os enviaré otro abogado” (Parakleto), que los asista como Yo lo estoy haciendo”

 Un consolador es aquel que te viene a dar el pésame en medio de las malas circunstancias, pero que no es capaz de librarte de ellas. Por esta causa,  el término consolador no es el adecuado para referirnos al Espíritu Santo como nuestro asistente, Él es capaz de preservarte, librarte, y cambiar las malas circunstancias por muy difíciles que sean.  En Job 2:11.13 y Juan 11:19 se dejan ver las características de un parakleto.

    NOS LLEVA A LA UNIDAD COMO CUERPO.

  El Espíritu Santo es el agente encargado, de parte de Dios, de conducirnos a la unidad. 1ª Corintios 12:13, dice: “Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo…”.  Lo que el texto en el original dice es:

 “por un solo Espíritu fuimos todos sumergidos en Jesús, para que seamos un cuerpo”

 Pablo, en Efesios 4:3, dijo: “Que seamos diligentes en mantener la unidad que viene por el Espíritu”.

 Uno de los indicativos que nos muestra que el Espíritu de Dios está dirigiendo la Iglesia, es cuando el Espíritu de unidad y de comunión se deja ver en  ella.

 La unidad tiene que ver con la comunión, que es el término “koinonia”, que indica: Tener las cosas en común, un mutuo acuerdo, un compañerismo, una sociedad, una intimidad, una distribución. Hecho 2:43.47; 4:32.35.

 Jesús dijo que donde no hay unidad hay fragmentación, y donde hay fragmentación no hay fuerza, y donde no hay fuerza no hay poder, y donde no hay poder no hay manifestación del Espíritu.

 Sin la unidad no hay operación del Espíritu Santo, donde no hay unidad, el Espíritu Santo no puede obrar para producir milagros.

 Ezequiel 37:1, dice que cuando se formó el esqueleto como producto de la unidad de los huesos que estaban esparcidos. Vino sobre los huesos formado los tendones, carne, piel; Y a causa de esa unidad de los diferentes componentes del cuerpo, vino el Espíritu Santo sobre el cuerpo.

 Hay una gran diferencia, en estar juntos y estar en unanimidad o en armonía. La iglesia como núcleo, como cuerpo posicionalmente es una, ahora falta que esa sea una verdad en su sentir, en su motivo.

 Posicionalmente ante los ojos de Dios como hijos somos:

   a) Un cuerpo:

 “Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, y todos miembros los unos de los otros” Romano 12:4.5.

 “Porque así como el cuerpo es uno, y tiene muchos miembros, pero todos los miembros del cuerpo, siendo muchos, son un solo cuerpo, así también Cristo. Porque por un solo Espíritu fuimos todos bautizados en un cuerpo, sean judíos o griegos, sean esclavos o libres; y a todos se nos dio a beber de un mismo Espíritu” 1ª Corintio 12:12.13.

 “Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular”.  1ª  Corintio 12:27.

 “Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz; un cuerpo,…”  Efesios 4:3.4.

 Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, la cual es su cuerpo,…”   Efesios 5:23

 “y él es la cabeza del cuerpo que es la Iglesia,…” Colosenses 1:18.

     “Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios” 1ª  Pedro 2:9.

 “Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo…”, Apocalipsis 21:3.

    c) Una Iglesia:

  “Y yo también te digo, que tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi Iglesia;…” Mateo 16:18

  Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la Iglesia…”   Efesios 5:23.

 “Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte,  para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la Iglesia del Dios viviente,…” 1ª Timoteo 3:15.

 d) Una Casa:

 “Esto te escribo, aunque tengo la esperanza de ir pronto a verte, para que si tardo, sepas cómo debes conducirte en la casa de Dios, que es la Iglesia del Dios viviente,…” 1ª Timoteo 3:15.

 e) Una Nación:

“Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, 1ª Pedro 2:9.

  f) Un Sacerdocio:

  “Más vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio,…” 1ª Pedro 2:9.

  g) Una Morada:

 ¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” 1ª Corintio 3:16.

“…en quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor; en quien vosotros también sois juntamente edificados para morada de Dios en el Espíritu” Efesio 2:21.

 h) Un Templo:

¿No sabéis que sois templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros? 1ª Corintio 3:16

  En quien todo el edificio, bien coordinado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor;...Efesio 2:21.

 La bendición se da, cuando como hijos de un solo padre aprendemos a vivir en unanimidad o en armonía.

 Hechos 2:1, dice que el Espíritu Santo descendió sobre la Iglesia cuando estaban unánimes, como un solo cuerpo. Podían estar juntos, pero si no reina la unanimidad no hay presencia ni manifestación del Espíritu Santo.

  “Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados;  y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen. Hechos. 2:1.4.

     Tenga presente, que el Espíritu Santo vino sobre la iglesia como cuerpo, cuando tenían un solo sentir. Lo paradójico del caso es, que cuando el Espíritu vino sobre la iglesia, éstos estaban unánimes, y ahora que el Espíritu está en la iglesia, la iglesia se divide.

  >La bendición de Dios a favor de la iglesia, se dará o descenderá, cuando esta aprenda a vivir en armonía, en comunión, en unanimidad. El salmista David presenta esta verdad que se dio en la dispensación pasada, que tiene mayor fuerza en la dispensación presente, la de la gracia.

Mirad cuan bueno y cuan delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía… Porque allí envía Jehová bendición y vida eterna”. Salmo 133:1,3.

 Nuestra vida devocional, tendrá relevancia y será tomada en cuenta por Dios, y tendremos respuesta de Él, es cuando aprendamos a vivir, en unanimidad, o en armonía. Esta verdad la presento Jesús en uno de sus discursos. Él dijo:

  Otra vez os digo, que si dos de vosotros se pusieren de acuerdo en la tierra acerca de cualquiera cosa que pidieren, les será hecho por mi Padre que está en los cielos. Porque donde están dos o tres congregados en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos”.     Mateo 18:19.20.

      Observe el pasaje, Jesús viene tratando el caso entre un agraviado, un egresos, y un testigo. Si estos dos o estos tres se ponen de acuerdo en el conflicto, todo lo que pidieres lo recibirás de Dios.

     Como hijos de Dios, debemos aprender y a esforzarnos a construir para la unida, para que aprendamos a vivir en unanimidad. La unidad se pueda dar en forma bilateral, o unilateral, pero hay que empezar a trabajar a favor de ella.

    >La unidad de la Iglesia en su unanimidad está, en que nos aceptemos con todos nuestros errores y que estemos dispuestos a corregirnos, sometiéndonos al Espíritu y su guíanza.

  >La unidad de la Iglesia en su unanimidad está, en que no hagamos excepción ni acepción de personas, que no tengamos favoritos en un grupo, ni excluyamos a nadie.

 >La unidad de la iglesia en su unanimidad está, en que nos podamos cubrir las deficiencias de cualquier índole: físicas, espirituales o financieras.

 La única oración que no ha podido ser contestada, es la que Jesús hizo por la unidad de los discípulos y de los que iban a creer: “que ellos sean uno como tú y yo somos uno” Juan 17:21.23.

Lo paradójico del caso es que Satanás ha logrado hacer con los demonios lo que el Espíritu Santo no ha podido hacer con la Iglesia, unirlos para venir contra la tinieblas. CONTINUARÁ.

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