LA OBRA DEL ESPÍRITU SANTO EN LA IGLESIA. PARTE I



Lo primero que debemos entender como creyentes, es que el Espíritu Santo es el don de Dios para la Iglesia, no para el mundo. Jesús dijo en Juan 14:17: “El Espíritu de verdad, el cual el mundo no puede recibir, porque no le ve ni le conoce; pero vosotros le conocéis, porque mora con vosotros, y estará en vosotros.”

Juan 3:16 dice que Cristo es el don de Dios para el mundo. De la misma forma que recibimos a Cristo como don de Dios mientras estuvimos en el mundo para salvación, debemos recibir al Espíritu Santo como don de Dios ahora que somos creyentes, ya que hemos creído.

La experiencia que el creyente ha tenido con la persona del Espíritu Santo es muy superficial, aislada a la verdad de Dios. Debemos sacar al Espíritu del mundo de la Teología, que deje de ser abstracto para nosotros y que pase a ser una verdad en nuestras vidas. Uno de los pecados más graves que ha venido cometiendo el creyente en contra de la persona del Espíritu, es ignorarlo como persona y no tomar en cuenta sus funciones.

Por esta causa, la Iglesia vive como los huérfanos en relación al Espíritu Santo. Él fue el agente enviado del Padre para asistirnos en todas las áreas de la vida. Él nos muestra la verdad, nos enseña, corrige, guía, nos recuerda las cosas, nos capacita con poder, hace de nosotros su morada, Él es el testigo interno, nos conduce a la comunión, aboga por nosotros, nos da iluminación de los misterios del Padre y del Hijo, nos asiste en la obra de evangelización, en el convencimiento del pecado. 

El no tomar al Espíritu Santo en cuenta, es vivir desprovisto de todas estas cosas, sin recursos y sin posibilidades de éxito en lo que emprendamos.

El no tomar en cuenta al Espíritu Santo, es una de las formas de apagar al Espíritu (1ª Tesalonicenses 5:19) y de contristarlo (Efesios 4:30).

La formas de estar llenos del Espíritu, es dejar que Él sea operativo en nuestras vidas, dejando que Él ocupe el lugar que le corresponde. Jesús tipificó el Espíritu Santo como ríos por dos causas: 

a) La primera, usa el plural, indicando que son muchas las operaciones que el Espíritu viene a hacer en nuestras vidas.

b) La segunda es que el río nunca se estanca, él siempre está fluyendo. 
El Espíritu Santo no vino para estancarse en tu vida, Él vino a fluir. En Juan 7:38 Jesús dijo: “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.”

Para que tengamos una idea de lo significativo que es el Espíritu Santo en la vida de un creyente, voy a hacer un recuento para analizar los riesgos que Jesús tuvo al decir estas palabras en la fiesta de los tabernáculos.

La fiesta de los tabernáculos era anual, en dicha fiesta, según Levíticos 23:34.43, Números 29:12.38 y Deuteronomio 16:13.15, toda la familia judía debía abandonar sus casas para habitar en tiendas como recordatorio de haber habitado en tiendas durante la peregrinación en el desierto.

A esta fiesta, después del cautiverio, se le añadió un ceremonial que consistía en una procesión que partía desde el templo hasta al estanque de Siloé, tomar agua del estanque en una vasija de oro que era llevada de regreso al templo en manos del gran Sumo Sacerdote. El agua era derramada en el altar mezclado con vino, sobre el sacrificio preparado. Esta agua era derramada como símbolo de agradecimiento por el agua que brotó de la roca y fue bebida por todo el pueblo. Éxodo 17:6.

En dicha ceremonia, se convocaba a todos los hombres de Israel y había una atención única sobre el Sumo Sacerdote. Jesús, en una forma desapercibida interrumpió la ceremonia lo cual era un delito, y al hacerlo era reo de muerte; y para agravar esta situación lo hizo durante el último día de la fiesta.

Lo que no entendía el pueblo es, que quien interrumpió la ceremonia tenía toda la autoridad para hacerlo, porque Él es la roca de donde brotó el agua en el desierto y todos bebieron de ella (1ª Corintios 10:4) La misma roca se hizo presente en la ceremonia e hizo una invitación a beber agua de la fuente, en contraste con la pequeña cantidad de agua que derramaba el Sumo Sacerdote y que de paso venía de un estanque.

La roca que es Cristo, en su cumplimiento a lo dicho por Isaías 12:3, no solo hace una invitación a beber, sino que te ofrece la fuente del agua que fluirá como ríos para satisfacción propia y para ser satisfacción para otros.

Jesús dijo: “… si alguno tiene sed, venga a mí y beba. El que cree en mí, como dicen las Escrituras, de su interior correrán ríos de agua viva.”

Juan da testimonio diciendo: “Esto dijo del Espíritu Santo que habían de recibir los que creyeran en Él”.

Era tanta la urgencia del Mesías de anunciar el advenimiento del Espíritu, que tomó todos los riesgos al esperar el último día de la fiesta, el de mayor consagración, el día de la entrega, donde había mayor concurrencia. 

Ese día Jesús proclamó la profecía dicha por el profeta Isaías cuando dijo: “Sacaréis con gozo agua de las fuentes de la salvación” Isaías 12:3.

Hace de la iglesia su morada.

Lo primero que hay que tomar en cuenta, es que el Espíritu Santo nunca pudo hacer morada como habitación en las personas del Antiguo Testamento, Él sólo venía hacía la obra y luego se ausentaba, y esto lo hacía sólo en cuatro tipos de personas, para una tarea específica, para el respaldo del llamado que tenían, que son: Reyes, Profetas, Jueces y Sacerdotes. Sobre estos el Espíritu Santo sólo posaba, no moraba.

Juan 1:32-33, corrobora lo antes mencionado: “También dio Juan testimonio, diciendo: Vi al Espíritu que descendía del cielo como paloma, y permaneció sobre Él”
“Y no le conocía, pero el que me envió a bautizar con agua, aquél me dijo: Sobre quien veas descender el Espíritu y que permanezca sobre Él...”

El término “Permanecer” refiriéndose al Espíritu Santo en la vida de Jesús, nos da indicios que sobre la primera persona en la que el Espíritu Santo vino a hacer su morada fue Jesús, luego vino a hacerlo en la Iglesia. 

Tome en cuenta esta verdad que a continuación voy a describir:

>Dios Padre se denomina “Dios por nosotros”
>Dios Hijo se denomina “Dios con nosotros” Emmanuel
>Dios Espíritu Santo se denomina “Dios en nosotros”, cuando hace su morada.

Jesús dijo: “El Espíritu Santo que mora con vosotros, y estará en vosotros.”

Para que el Espíritu Santo viniese a morar en nosotros como cuerpo, primero tuvo que darse la justicia y la vida de Dios, es decir, primero tuvimos que ser justificados y vivificados, porque en la naturaleza de pecado y de muerte, Él no puede morar permanentemente en nosotros. Estábamos en total contraste con su naturaleza. 

Todo esto es corroborado por Ezequiel cuando dice: “Esparciré sobre vosotros agua limpia, y seréis limpiados de todas vuestras inmundicias, y de todos vuestros ídolos los limpiaré; os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros, y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré un corazón de carne, y pondré dentro de vosotros mi Espíritu…” Ezequiel 36:25.27.

Para mayor comprensión de la habitación del Espíritu Santo en el creyente, debemos hacer un análisis etimológico de dos términos y conocer sus propiedades y sus valores. Estos términos son: “Morada” y “Templo”.

Morada: El verbo morar en griego es “Oikeo”, derivado de “Oikos”, que indica una casa o habitación. El término “Oikeo” que Pablo utilizó para referirse al Espíritu Santo como morador, tiene que ver no solamente con el que habita, sino con el dueño o propietario de la morada. Esto hace entender desde el punto de vista etimológico, que el Espíritu Santo no sólo vino a morar en el hombre sino que es Dueño y Señor de su morada. De no ser así, el Espíritu Santo sería un arrimado o un inquilino.

Según el testimonio de los que escribieron las Escrituras, el Espíritu Santo no es un simple morador como arrendador, no es un invasor, no está arrimado. Es el dueño de la Iglesia, que es su cuerpo, y tiene todo el derecho sobre ella.

“¿No sabéis que soy templo de Dios, y que el Espíritu de Dios mora en vosotros?” 1ª Corintios 3:16.

“En quien vosotros también sois, juntamente edificados, para morada de Dios en el Espíritu. “Efesios 2:22.

“¿O pensáis que la Escritura dice en vano: El Espíritu que Él ha hecho morar en nosotros, nos anhela celosamente?” Santiago 4:5.

Según estos pasajes, debemos entender y aceptar, que el creyente no tiene ningún derecho como morada del Espíritu para tomar decisiones con su vida sin consultar con la persona del Espíritu que es el Dueño de la morada.

En Apocalipsis se registra uno de los más grandes fenómenos que se pueden dar en contra de la comunión que debe haber entre Dios y la Iglesia. 

El pasaje dice: “… Yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él y cenaré con él y él conmigo. “Apocalipsis 3:20.

No es posible entender cómo es que Cristo, siendo el dueño, Señor, y cabeza de la Iglesia está del lado fuera tocando para que lo dejen entrar. Esto se da también con el Espíritu Santo y la Iglesia; que habitando Él en nosotros y siendo Dueño y Señor de la morada, no tenga libertad en ella. El trato que la Iglesia le ha dado al Espíritu Santo como el morador es semejante al que se le da a un arrimado. Un arrimado, al pasar el tiempo estorba, cansa, obstina, roba la privacidad; y por esta causa se busca la forma de salir de él. Quizás en una forma declarada y directa no sintamos ni hagamos esto en contra del Espíritu Santo, pero nuestros hechos lo afirman, al tener poca intimidad y comunión con el Espíritu Santo, que se refleja en el hecho de tomar decisiones y hacer con nuestro cuerpo lo que queramos sin consultar con Él, siendo Él el Dueño y Señor nuestro, al tomarnos como morada. 

Nunca olvidemos esta verdad, nadie puede venir a hacer con nuestra casa lo que le venga en gana, de igual manera, nadie puede tomar decisiones en nuestra vida y con nuestro cuerpo sino aquél que es el propietario de la morada. Esto es el Espíritu Santo. 

1ª Corintios 6:19.20 dice: “¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros; el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestro, porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestros cuerpos y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.”

Templo: En griego aparecen dos términos para hacer referencia a esta palabra, pasemos a definirlos:

Hieron: Se usa para hacer referencia al edificio con sus recintos y sus utensilios. Hechos 19:27. 1ª Corintios 9:13.

Naos: Este es el término que se utilizó en el Antiguo Testamento para hacer referencia al lugar Santísimo llamado El Santuario, lugar donde se encontraba el Arca del Pacto (Levítico 16:15.16). En este lugar sólo podía entrar el Sumo Sacerdote una vez al año. Esto nos muestra lo serio del asunto en cuanto a este lugar como morada de Dios. No todo el mundo podía entrar.

Pablo no sólo afirma que nosotros, como sacerdotes, tenemos acceso al lugar Santísimo, sino que somos la morada, el santuario, el templo y la casa de Dios. 1ª Corintios 3:16. 2ª Corintios 6:16. Efesios 2:21.22. Santiago 4:5.

Esta verdad parece que muchos no le han dado importancia, al vivir en una forma desenfrenada, cayendo en libertinaje, profanando el santuario de Dios. 

En el antiguo testamento tenemos un ejemplo claro y la tomo como verdad paralela, en relación a la profanación, sacrilegio y abominación cometidos en el templo de Dios. Se trata del sacerdote Elí y sus hijos quienes tenían sus relaciones sexuales en el mismos altar del sacrificio e irrespetando y teniendo en poco la santidad de Dios. Por tal acción fue rechazado el sacerdocio de Elí y se procedió a la muerte de sus hijos. (1ª Samuel 2:22.35). Que me dice a mí que Dios va hacer tolerante ante tanto pecado cometido con premeditación y alevosía, donde préstamos y cedemos nuestro cuerpo que es templo del Espíritu Santo para tal acción, cometiendo sacrilegios, entrando en profanación, y detracción; cosa que es abominación ante el Espíritu Eterno. 

Pablo es claro en el asunto, exhortando a los creyentes que viven en este estado de pecado, con el fin de que se condujeran en santidad. 1ª Corintios 6:12.20.

“Todas las cosas me son lícitas (me son permitidas), mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna. Las viandas para el vientre, y el vientre para las viandas; pero tanto al uno como a las otras destruirá Dios. Pero el cuerpo no es para la fornicación, sino para el Señor, y el Señor para el cuerpo... ¿No sabéis que vuestros cuerpos son miembros de Cristo? ¿Quitaré, pues, los miembros de Cristo y los haré miembros de una ramera? De ningún modo. ¿O no sabéis que el que se une con una ramera, es un cuerpo con ella? Porque dice: Los dos serán una sola carne. Pero el que se une al Señor, un espíritu es con él. Huid de la fornicación. Cualquier otro pecado que el hombre cometa, está fuera del cuerpo; más el que fornica, contra su propio cuerpo peca. ¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios” 1ª Corintios 6:12.20.

No os unáis en yugo desigual con los incrédulos; porque ¿qué compañerismo tiene la justicia con la injusticia? ¿Y qué comunión la luz con las tinieblas? ¿Y qué concordia Cristo con Belial? ¿O qué parte el creyente con el incrédulo? ¿Y qué acuerdo hay entre el templo de Dios y los ídolos?, porque vosotros sois el templo del Dios viviente, como Dios dijo: Habitaré y andaré entre ellos, y seré su Dios y ellos serán mi pueblo. Por lo cual salid de en medio de ellos y apartaos, y no toquéis lo inmundo y Yo os recibiré...” 2ª Corintios 6:14.18.

En conclusión: La exhortación de Pablo radica en hacerle crear conciencia al creyente el peligro de tomar el cuerpo y prestarlo para la fornicación, uniéndola a una ramera, cumpliendo así el principio presentado en el Génesis el cual establece que ambos serán una carne, esto cercena por completo la vida de comunión y de intimidad con Cristo siendo Él la cabeza del cuerpo. Y por otro lado seria caer en acto de profanación, detracción, y sacrilegio; que es abominación ante Dios, que siendo nuestro cuerpo morada y santuario de Dios en el Espíritu le estemos contaminando con dichas acciones tan bajas, y que a su vez degradan la vida del hombre en todos sus aspectos. Salomón dijo en sus escritos. “…El que comete adulterio es falto de entendimiento; corrompe su alma el que tal hace Heridas, vergüenza y destrucción hallará,…” Proverbios 6:32.33. 

El cometer acto de detracción, profanación, y sacrilegio trae como resultado un apagar y contristar al Espíritu Santo.

El Apóstol Pablo hace una serie de advertencia en sus escritos a cerca del asunto. Verifiquemos estas verdades.

“Ninguna palabra corrompida salga de vuestra boca, sino la que sea buena para la necesaria edificación, a fin de dar gracia a los oyentes. Y no contristéis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia. Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo” Efesios 4:29.32.

“Estad siempre gozosos. Orad sin cesar. Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús. No apaguéis al Espíritu…1Examinadlo todo; retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal” 1ª Tesalonicenses 5:16.22.

“Doy gracias a Dios, al cual sirvo desde mis mayores con limpia conciencia, de que sin cesar me acuerdo de ti en mis oraciones noche y día; deseando verte, al acordarme de tus lágrimas, para llenarme de gozo; trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también. Por lo cual te aconsejo que avives el fuego del don de Dios que está en ti por la imposición de mis manos. 7Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio” 2ª Timoteo 1:3.7.

“…Y el fuego encendido sobre el altar no se apagará, sino que el sacerdote pondrá en él leña cada mañana, y acomodará el holocausto sobre él, y quemará sobre él las grosuras de los sacrificios de paz. El fuego arderá continuamente en el altar; no se apagará…” Levítico 6:12.13.

Apagar: Según el pensamiento del Apóstol Pablo, el apagar al Espíritu es el acto de dificultar sus operaciones en un acto evidente, en el testimonio oral en las reuniones eclesiales de los creyentes.

Contristar: Causar dolor, 
Según estos dos conceptos en lo general: el apagar y contristar es el acto de dejar inoperante al Espíritu en la vida del creyente.

Esto está en contraste con las características del Espíritu como ríos según lo dicho por Jesús. Jesús tipifico el espíritu como ríos por dos cosas.

>Ríos en el plural: porque son muchas las cosas que el Espíritu Santo viene hacer y a desarrollar en la vida del creyente.

>Rió Como manantial. Porque el rió nunca se estanca el siempre está fluyendo. 
Hay tres actos que el creyente comete en contra del Espíritu Santo que lo lleve a estar inoperante que son:

Profanación: Uso irrespetuoso en forma deliberante y premeditada en acto de alevosía en estado de conciencia, de cosas, objetos, incluso, personas, a las cuales se considera sagradas. Es también el darle mal uso a los bienes recibidos de Dios en actos viles y vergonzosos. 

Sacrilegio: Es el acto de no sentir respeto por lo sagrado. De no tener sentido de responsabilidad, de honra por aquello que está destinado y apartado para el uso santo.

Detracción: Consiste básicamente en el descuento que efectúa el comprador o usuario de un bien que tiene a la venta.

En el sentido teológico detracción es el acto de restar el sentido de santidad a lo que por natural es santo, teniendo en lo interno poco respeto por las cosas sagradas. Es cuando se entra en un estado de mente donde lo inmoral me parase común y normal, donde lo normal y lo hermoso es deformado hasta ser depravado, anormal y feo. 

¿Cómo evitar entrar en estos actos vergonzosos que restan a nuestra vida espiritual? Teniendo dominio propio.

El término “Dominio propio” viene del Griego “Enkrateia” tiene que ver con la fuerza de voluntad.

El tener “Dominio propio” se conoce como el poder controlador de la voluntad bajo las operaciones del Espíritu Santo. Hechos. 24:25.

El “Dominio Propio”: Está en someterse a la voluntad de Dios a favor de sus demandas que están reveladas en su palabra 2ª Pedro 1: 3.9.

El “Dominio Propio”: Tiene que ver con el sometimiento del carácter y de los deseos carnales. Es el nivel de disciplina que tiene la persona evitando que la vida se desmorone; tiene que ver con uno que se retiene por dentro, (Tito.1:8) es tener cuidado de uno mismo 1ª Timoteo 4:16.

El “Dominio Propio”: Es La fuerza de la voluntad que un ser tiene para tomar decisiones sabias y dar pasos firmes y concretos. Nunca olvides, que
somos nosotros los llamados a renunciar a los deseos carnales, Dios no lo va hacer por nosotros. Nunca le pidas a Dios que te quite lo que tú tienes que dejar, ten Dominio propio sobre ti mismo, y serás un triunfador en la vida.

¿Qué es lo que le da sentido interno para tener dominio propio? El sentido de conveniencia. Pablo en sus cartas presenta el sentido de conveniencia, a lo cual es útil para la vida del creyente.

“Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, más yo no me dejaré dominar de ninguna.” 1ª Corintios 6:12.

“Todo me es lícito, pero no todo conviene; todo me es lícito, pero no todo edifica” 1ª Corintio 10:23. 

Pablo En Romanos presenta el sentido de conveniencia en contraste a lo que conviene.

“Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen; estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad; llenos de envidia, homicidios, contiendas, engaños y malignidades; murmuradores, detractores, aborrecedores de Dios, injuriosos, soberbios, altivos, inventores de males, desobedientes a los padres, necios, desleales, sin afecto natural, implacables, sin misericordia; quienes habiendo entendido el juicio de Dios, que los que practican tales cosas son dignos de muerte, no sólo las hacen, sino que también se complacen con los que las practican” Romanos 1:28.32.

David el rey tuvo sentido de conveniencia. Por la experiencia que tubo David en el pecado que cometió con betabel, el rey desarrollo un sentido de conveniencia, hasta el punto que ministro a un alma que está viva y latente con un espíritu muerto porque David no había sido redimido.

“Bendice, alma mía, a Jehová, y bendiga todo mi ser su santo nombre. Bendice, alma mía a Jehová, y no olvides ninguno de sus beneficios. Él es quien perdona todas tus Iniquidades, El que sana todas tus dolencias; El que rescata del hoyo tu vida, El que te Corona de favores y misericordias; El que sacia de bien tu boca de modo que te rejuvenezcas como el águila” Salmo 103:1.5.

Bajo un sentido de conveniencia Pablo le insta a Timoteo que se ejercitara en la piedad.

“Si esto enseñas a los hermanos, serás buen ministro de Jesucristo, nutrido con las palabras de la fe y de la buena doctrina que has seguido. Desecha las fábulas profanas y de viejas. Ejercítate para la piedad;” 1ª Timoteo 4:6.7. 

El término ejercítate es un verbo derivado del terminan en griego “Gimnasio”

Etimológicamente el texto en el griego le da un sentido más amplio, por lo cual pablo lo que le dijo a Timoteo fue: “Entrena tu alma en forma integral con vista a la piedad, para que puedas tener sentido de conveniencia y puedas discernir entre el bien y el mal”

Engruesa y fortalece los músculos de la santidad, para que ante las tentaciones del mal y las ofertas engañosas de la vida, puedas ser resistente, teniendo sentido de conveniencia, desarrollando el dominio propio pasando a ser cabal en el reino y Dios pueda llevar a cabo en ti su propósito. 

Nota: A continuación les dejo un mensaje que es muy reciente que trata de la Persona del Espíritu Santo en la vida del creyente. Bendiciones, bendiciones, beeendiciones. 

http://www.youtube.com/watch?v=4kRSFBdRTTw

E-mail: meejesussoberano77@hotmail.com / josebriceno77@hotmail / josebricenoa77@gmail.comcom/www.reformafm.net/
www.lorini.tv Busca los estudios en videos del Maestro: José N. Briceño A. por YOU TUBE
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Venezuela-Maracaibo-Zulia

Comentarios

  1. :) me ayudo en mi tarea

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  2. Te bendigo Maestro Jose Briceño. Doy gracias a Dios por el ministerio tan hermoso que el mismo Creador del cielo, la tierra y todo lo que en ella habita, te ha entregado. Fui estudiante tuyo en la sede de Camino al cielo. Continua en la brecha del Reino de Dios, son pocos los que han obedecido el llamado a proclamar la iluminacion de los secretos guardados en las sagradas escrituras. Tu has obedecido! Continua asi, declaro que iras gloria en Gloria y de triunfo en Triunfo. El Reino de Dios necesita gente preparada! Gente que sepa! Y sobre todo que no tenga miedo a decirle a lo malo malo y a lo bueno bueno. :)

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  3. Muy buena tu enseñanza Dios te siga utilizando a traves del Espiritu Santo para quenos sigas educando en la Santa Palabra de Dios. Muy agradecido Dios te bendiga.

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  4. Doy gracias a Dios por su vida y por su ministerio Maestro Jose Briceno. cuanta falta hace gente instruida en la palabra que sepa manejar bien la palabra de verdad. Yo he aprendido muchismo con sus ensenanzas y me ha formado un caracter y aun sigo aprendiendo. Gracias por todo .

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  5. Muy exelente enseñanza maestro. Que Dios le bendiga grandemente.

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